El papa Francisco se reunió en Marsella con el presidente francés, Emmanuel Macron, en una reunión de media hora que tuvo como marco la guerra en Ucrania, la situación de la migración a través del Mediterráneo y el inminente proyecto para legalizar la eutanasia en el país europeo.
En lo que fue su cuarto encuentro bilateral desde la llegada al poder del político francés en 2017, el pontífice y Macron se reunieron en una sala del Palacio Faro, en donde el Papa dio este sábado un discurso sobre migración en el Mediterráneo frente a obispos y jóvenes de la región.
La reunión se dio mientras Macron se prepara para presentar un proyecto de ley para legalizar la eutanasia y el suicido asistido, dos prácticas a las que el Vaticano se opone.
Según la prensa francesa, Macron pensaba presentar el proyecto la semana pasada, pero decidió posponerlo hasta que termine la visita de dos días que el Papa inició ayer.
Antes de la reunión, de hecho, Francisco se preguntó durante su discurso “¿quién escucha los gemidos de los ancianos solos que, en lugar de ser valorados, son aparcados, con la perspectiva falsamente digna de una muerte dulce, pero que en realidad es más salada que las aguas del mar?”, en una referencia implícita a la eutanasia.
Además de la eutanasia, el Gobierno francés planteó antes de la reunión que la inmigración y la guerra en Ucrania eran otros de los temas en la agenda del encuentro.
Más allá de los encuentros en persona, Macron y el Papa tuvieron cinco diálogos telefónicos desde 2018, en los que trataron temas como el Acuerdo climático de París de 2015, el incendio de la catedral de Notre Dame o el atentado contra la basílica de Niza.(Télam)