Adriana García les gritó a los policías en la cara. “Tu hijo, tu hija, y tus otros hijos, fueron enseñados por una maestra como yo. Mi hijo el domingo iba a comer ravioles a mi casa. Y ustedes, caminando por la calle, los hicieron bajar de una camioneta y lo mataron. Si tienen madre, si tienen padre, si tienen hijos, es la única manera que me van entender”.
Imágenes desgarradoras ocurrieron ayer durante la marcha en la que los familiares de Diego Cagliero, asesinado el domingo 19 de mayo, organizaron frente a la comisaría 5° de Eufrasio Álvarez, investigada por el fusilamiento en Martín Coronado, en donde denunciaron que los efectivos bonaerenses los emboscaron tras un confuso episodio en un supermercado y les dispararon sin mediar palabras.
Ese domingo, cerca de las 14:30, Diego y sus amigos regresaban del cementerio. Habían enterrado a uno de sus mejores amigos. Luego se dirigieron al supermercado Día, ubicado en Juan Domingo Perón al 7600 cercano a la estación de Martín Coronado, en el partido de Tres de Febrero.
“Diego fue a la góndola de las hamburguesas, retiró las hamburguesas y se dirigió a la caja para pagar. Ahí se dio cuenta de que los chicos tenían un altercado en la puerta. Salió para ver qué había pasado y luego se subieron a la camioneta de AySA, que sí era de AySA, y se retiraron”, explicó Adriana García en C5N.
La aclaración de la madre surgió a raíz de la primera información policial, en donde se aseguró que el grupo de 8 jóvenes había robado una importante suma de dinero en el comercio con una camioneta marca Fiat Ducato, ploteada con la sigla AySA, aunque la misma supuestamente no pertenecía a la empresa. La madre confirmó lo contrario.
En una de las imágenes de las cámaras de seguridad del comercio, se observó a uno de los jóvenes que viajaban en la camioneta en la góndola de bebidas alcohólicas, retirando una botella y guardándola bajo su buzo.
Al parecer, según pudo averiguar Infobae, esa maniobra fue vista por los empleados de seguridad del supermercado y decidieron interceptar a los jóvenes, quienes -según la versión del comercio- se retiraron sin pagar esa mercadería y eso originó el llamado al 911. La versión de los familiares explicó que esa mercadería fue dejada y que se fueron con lo abonado.
“Hoy por la mañana hablé con la fiscal Gabriela Disnan, quien lleva a cabo la investigación, y me dijo que si mi hijo estuviese vivo, estaría libre. Y yo hablo por mi hijo nada más. Él no robó nada, no merecía morir así”, dijo García a Infobae.
Diego y el resto del grupo se subieron a la camioneta a buscar unos bombos para ensayar con la murga que conformaban en la plaza de Martín Coronado. “Los indestructibles de Martín Coronado”, confirmó a Infobae Joaquín Bucci, amigo de la víctima.
“La camioneta fue interceptada por uno de los patrulleros e hizo una maniobra para no chocarlo. Luego se encontraron con muchos móviles policiales. Ellos pararon y los policías comenzaron a disparar. En ese episodio, mataron a mi hijo, quien no pudo salir. Quedó extendido, boca abajo, en la camioneta”, relató Adriana.
“Diego era un ser humano fantástico. Terminó el secundario junto a su padre, en uno de la zona, realizando un gran esfuerzo. Su mamá es docente y su papá fue bombero. Son una familia muy querida y muy respetada en Martín Coronado. Los quieren mucho. Diego tenía dos hermanas. Él siempre abrió las puertas de su casa para sus vecinos y amigos”, agregó Bucci.
Fuentes policiales le habían narrado a este medio que el grupo comenzó a disparar y que en la camioneta se habían encontrado armas y una suma importante de dinero, sustraída del supermercado. La familia, sin embargo, desmintió completamente esta versión y ratificó que es falsa.
“No hubo persecución en ningún momento, la Policía los emboscó. Incluso, hay un video donde se ve claramente que todos bajaron del coche levantando las manos… ¡Y los oficiales dispararon 14 veces! Uno de los tiros le impactó a mi hijo en el pecho y lo asesinó al instante; otra bala hirió a uno de sus amigos. Los efectivos le sacaron fotos a su cuerpo y lo difundieron por todas partes. De ellos, no hay un solo detenido, siguen en las calles caminando tranquilos con el arma reglamentaria en la cintura”, escribió Adriana esta mañana en La Garganta Poderosa.
“El intendente Diego Valenzuela me llamó anteayer para solidarizarse luego de haber dicho muchísimas mentiras: fue él quien difundió que mi hijo ‘estaba en un grupo comando armado’, cuando no existió ningún robo y en la camioneta no encontraron ni dinero ni la mercadería ‘robada'”, agregó la madre de Cagliero, quien esperaba, junto a su novia, su primer hijo.
“La escena del crimen no fue preservada y, sospechosamente, en la camioneta aparecieron dos armas que no pertenecían a ninguno de los jóvenes”, indicó un comunicado de la Asociación Civil por los Derechos Humanos de Tres de Febrero, que acompaña a la familia Cagliero en lo que denominaron “un gravísimo caso de violencia policial”.
“Amante de la murga, escritor, cantante y fanático de River, trabajaba de lo que podía para sobrevivir estos tiempos difíciles. Iba y venía dejando currículums, haciendo changas para mantenerse y ayudar a la gran familia que estaba formando: dejó a su compañera embarazada de cinco meses… ¡sí, también le quitaron el padre a mi nieto! Sólo me queda el recuerdo de lo último que le dije y que sostendré hasta el final de mis días, exigiendo justicia: ‘Mamá está acá y estará siempre'”, completó Adriana.
El hecho tiene dos causas, las cuales investiga la fiscal. En una de ellas indagó a los 10 efectivos policiales, de los cuales uno quedó detenido por poseer antecedentes de otro calibre. En la segunda, la fiscal citó a la Gendarmería Nacional y apartó a la Bonaerense para averiguar el accionar policial y de qué manera se inició el tiroteo. Los policías no fueron suspendidos.
MLuna-Infobae