Decenas de jóvenes han denunciado sentir náuseas, vértigos y dolores tras recibir un pinchazo. No se tiene constancia de agresiones sexuales.

El aumento de denuncias por ataques con jeringuillas en las discotecas de Francia, donde ya se han superado las cincuenta demandas, ha despertado la inquietud de las autoridades, propietarios y clientes de locales nocturnos, aunque de momento no se tiene noticia de casos de agresión sexual.

Decenas de jóvenes han denunciado sentir náuseas, vértigos y dolores tras haber recibido un pinchazo en discotecas y festivales, una situación que está contribuyendo a crear un clima de psicosis entre la población.

De momento las autoridades no han logrado establecer la amplitud del fenómeno ni las razones de estos actos ni si están relacionados, ya que los análisis sanguíneos y de orina han dado negativo en el rastreo de drogas. Tampoco se ha tenido conocimiento de casos de agresión o abuso sexual entre las víctimas, ni se han incautado jeringuillas. Los análisis también intentan descartar que haya habido contaminación de sida o hepatitis.

“Tenemos personas que informan de una sensación de pinchazo y síntomas inmediatos. Pero estos síntomas son muy diversos: sueño, vómitos, pérdida de conocimiento, lagunas de memoria”, explicó este viernes el fiscal de Nantes, Renaud Gaudeul, a la radio France Info.

El fiscal precisó que la mayoría de los testimonios son de mujeres muy jóvenes, de entre 18 y 24 años.

Gaudeul señaló que por el momento no hay una explicación ni se ha encontrado un móvil para estos ataques. Se sospecha que detrás pueda haber intentos de inyectar sustancias tóxicas pero también “crear psicosis”.