Este trastorno mental es todavía “muy incomprendido”, según el científico Nathaniel Anderson, que reclama más investigación.
Las personas con tendencias psicópatas sufren un deterioro de las habilidades de integrar las secciones cerebrales que son esenciales para mantener la atención, sugiere un nuevo estudio publicado en ‘Cognitive, Affective, & Behavioral Neuroscience’.
El estudio, liderado por Nathaniel Anderson, del Instituto de Investigación Biomédica y Ambientalista Lovelace (EE.UU.), implicó un examen de la actividad cerebral de 168 presos adultos psicopáticos, a los que se pidió que escucharan una serie de ruidos y presionaran un botón cada vez que oyeran un tono específicamente alto.
Usando imágenes por resonancia magnética determinaron que la psicopatía está asociada con una actividad anormal en varias zonas cerebrales responsables de la atención, como el lóbulo temporal anterior, la corteza prefrontal medial, el cíngulo anterior dorsal, la unión temporoparietal y el cíngulo posterior.
Los rasgos psicopáticos normalmente son atribuidos a un déficit de procesos emocionales que altera gravemente el juicio y el comportamiento.
A partir de los resultados de su estudio, Anderson concluye que se puede tratar de un “deterioro en procesos aún más fundamentales, específicamente la manera en que el cerebro codifica las diferencias entre qué es importante y qué no lo es, sin que ni siquiera se involucre el contenido emocional, y esto tiene más que ver con la atención”.
En declaraciones a PsyPost el investigador precisó que la razón por la que el procesamiento emocional podría estar deteriorado en los psicópatas en primer lugar es que “el cerebro psicopático no trata la información emocional de la misma manera en que lo hace el cerebro sano, y por lo tanto no se integra plenamente en procesos más complejos como la toma de decisiones”.
Según Anderson, “la psicopatía es un objeto de investigación muy incomprendido” y hace falta más trabajo científico al respecto.