Colombia vota este domingo en unas elecciones presidenciales más polarizadas que nunca; con el opositor, Gustavo Petro, como favorito para convertirse en el primer presidente de izquierdas de la historia reciente del país. 38 millones de votantes están llamados a las urnas, para elegir entre seis candidatos al sucesor del conservador Iván Duque, que no puede presentarse a la reelección.
Las elecciones se producen en medio de fuertes tensiones políticas tras cuatro años marcados por la pandemia, la recesión, las protestas urbanas y el aumento de la violencia. Si ningún candidato alcanza al menos el 50% de los votos en la primera ronda, habría una segunda vuelta el 19 de junio.
“Por el momento, las encuestas indican que habrá una segunda vuelta. Ninguna menciona la posibilidad de una victoria de Gustavo Petro en la primera vuelta. Por lo tanto, es muy probable, aunque hay una facción indecisa muy grande por lo que podría haber sorpresas, pero realmente sería muy improbable que haya una victoria de Gustavo Petro en la primera vuelta”, explica Yann Basset, analista político.
Gustavo Petro capitaliza la sed de “cambio”
A la cabeza de las encuestas (con el 41% de los votos), el senador de izquierda Gustavo Petro, ex guerrillero reconvertido en socialdemócrata, ex alcalde de Bogotá y veterano político, capitaliza la sed de “cambio” que ha convertido en el emblema de su campaña. El candidato de 62 años que tiene como compañera para la vicepresidencia a la afrocolombiana Francia Márquez, promete una serie de medidas de justicia social, la vuelta a la paz y la transición ecológica.
El candidato conservador Federico Gutiérrez, ex alcalde de Medellín, contaría con el 27% de los votos. Gutiérrez – “Fico” para sus partidarios promete “orden y seguridad”, e insiste en ahuyentar “el fantasma del comunismo”. Se ha cuidado además de distanciarse tanto del presidente saliente, como del ex presidente Álvaro Uribe, sumido en problemas judiciales.
El ‘Donald Trump’ colombiano
En tercer lugar está Rodolfo Hernández, de 77 años, exalcalde de Bucaramanga, a quien llaman el “Donald Trump” colombiano. Hernández, que cuenta con el apoyo de Ingrid Betancourt, es un empresario de la construcción que amasó fortuna en el negocio de la vivienda de interés social. Se presenta como un outsider, un político independiente aje no al establecimiento y a los partidos tradicionales.
En un contexto de frustración popular e incremento de la violencia ligada al narcotráfico, la campaña ha visto a la derecha en el poder y a la oposición de izquierda enzarzarse en una feroz batalla, reflejo la división política de la sociedad