Mientras Fernando Krichmar, de DOCA, advierte que este año “la producción de películas se va a reducir de 200 a 80”, una serie de denuncias señala que este año el Instituto destinó más de 6 millones de pesos a gastpos de imprenta y librería, sin licitación.
Este lunes a las 10 habrá una nueva movilización frente a la sede de Lima 319.
Entre enero y abril de este año, el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (Incaa) destinó más de 6 millones de pesos a gastos de imprenta y librería. Circuló una denuncia anónima con facturas y notas que demostraban que las compras se hacían por separado, con el fin de evitar una licitación. La presidencia del Incaa estableció la apertura de sumarios a funcionarios para investigar los hechos. La sanción más dura la recibió una trabajadora, que fue despedida. Aquella resolución nada dice sobre Nicolás Yocca, gerente de administración designado en el convulsionado abril del año pasado para limpiar de corrupción al organismo. Según pudo saber PáginaI12 de fuentes oficiales, renunció, igual que el gerente de relaciones internacionales, Bernardo Bergeret.
Hace unos días, una denuncia anónima comenzó a llegar a casillas de correo de funcionarios y periodistas con el asunto de “malversación de fondos”. Revelaba que más de 6 millones de pesos del presupuesto del Instituto se habían destinado, en apenas cuatro meses, a cuadernos, bolígrafos, cables retráctiles, carpetas, anotadores, multipuertos USB y folletos de distintos formatos, entre otros. Los gastos los hacía la Gerencia de Relaciones Internacionales. La denuncia alertaba sobre la “cantidad de pedidos y unidades absurdas” de objetos de escritorio. Pero lo más grave es que las compras fueron fraccionadas, con el fin de evadir una licitación: la resolución 1264/16 del Incaa establece como límite para la contratación directa los 500 mil pesos. De este modo se evitaba, además, el control de las autoridades superiores.
MD Yaccar-P12