En la tarde del jueves, un vecino encontró el cuerpo sin vida de Luis Blanes, el hombre de 60 años que el domingo pasado cayó con su auto a las aguas del Canal Principal en la ciudad de Allen, provincia de Río Negro. Pero lo que nadie había advertido es que el perro del fallecido estuvo cuatro días marcando el lugar del hallazgo. Según indicaron los testigos, el perro se instaló allí, lloraba y se tiraba como avisando que allí se encontraba su dueño.
La emocionante historia conmovió a toda la región. Es que, tras el trágico hallazgo de Blanes, luego de intensos operativos que involucraron buzos y personas de a pie, la clave la tenía una solitario perro blanca que llegó al lugar el mismo día del accidente y no se movió.
Jorge Riffo, de Defensa Civil de Allen, fue quien contó la historia en diálogo con Radio Terapia. “El perrito nos marcó el lugar. Se tiraba, lloraba, iba y volvía de la orilla todo el tiempo. Nosotros decíamos que seguramente el cuerpo estaba en esa zona porque el perro no dejaba de llorar. Cuando llegaron los buzos rastrillaron el lugar, pero la turbiedad dificultaba las tareas”, explicó Riffo.
Y efectivamente el perro demostró su enorme instinto animal, y el amor por su dueño, que no lo abandonó nunca.
Blanes fue encontrado el jueves por la tarde a unos 400 metros del lugar del accidente, en cercanías al barrio Islas Malvinas. Aún se desconoce la causa por la cual cayó al agua a bordo de su Peugeot 504 blanco.
LMN