Como sabemos, las políticas migratorias son el núcleo del programa de la coalición de derechas en Italia. En su intervención en el Parlamento, Giorgia Meloni se comprometió a poner fin a las salidas ilegales y al tráfico de personas restableciendo la llamada operación Sofía y a colaborar con la UE en ese frente.

Dijo que “queremos impedir que los traficantes de personas elijan quién entra en Italia”. Pero a pesar de que está dispuesta a trabajar con las instituciones de la UE, parece que dos de sus ministros ya están trabajando en la aplicación de la línea dura con la inmigración: uno, es el nuevo ministro del Interior, Piantedosi, que ya ha amenazado con bloquear dos barcos de rescate con cientos de migrantes a bordo: el Ocean Viking y el Humanity.

Aduce que no respetaron las normas. Incluso convocó una reunión del Comité de Seguridad Nacional para tratar el asunto.

El otro es Matteo Salvini, el líder de la Liga, que es el nuevo ministro de Infraestructuras. Será el responsable de supervisar los puertos de todo el país y ya ha amenazado con cerrar los puertos para evitar que los migrantes entren en Italia. Y también se reunió con los jefes de los guardacostas italianos. Algunos analistas han sugerido que se trata de una campaña de Salvini para ayudar a su partido a ganar más apoyo y recuperar los votos que ha perdido a lo largo de los años.