El Jardín 903 del barrio José Manuel Estrada sufrió cuatro robos en 48 horas y ya suma seis en lo que va del año. Un pequeño ventiluz de uno de los baños habría sido la clave del acceso.

El triste récord comenzó a gestarse el pasado viernes por la tarde, cuando al menos un delincuente ingresó al edificio y se llevó utensilios, artículos de limpieza, papel higiénico, rollo de cocina y alimentos. Esa misma noche, esa comunidad educativa sufrió el segundo robo, en el que también se llevaron los alimentos que habían podido recolectar y que habían comprado las mismas docentes para celebrar el Día de las Infancias. 

Poco más de doce horas después del segundo robo llegó el tercero. En esa ocasión, el o los delincuentes ya no se concentraron en la cocina sino en las aulas, que revolvieron, rompieron y hasta orinaron. El material didáctico estaba esparcido por el establecimiento y volvieron a encontrar faltantes.

Cuando parecía que todo había terminado y que no quedaban elementos por llevarse, el domingo por la mañana volvió a sonar la alarma de seguridad del Jardín 903 y allí fueron nuevamente autoridades junto con la Policía. La cuarta fue la vencida, ya que entonces encontraron a una persona dentro del establecimiento: “lo agarraron y le sustrajeron una mochila con elementos que eran de acá del jardín”, dijo la directora a un medio marplatense.

Al menos los primeros dos ingresos se habría dado por una pequeña ventana de uno de los baños, la única abertura que no contaba con reja. Tras el primer robo, le colocaron una reja, pero como aún la instalación estaba fresca, pudieron sacarla e ingresar, por lo menos, una vez más.