Más de 200 organizaciones sociales, sindicales y políticas de Jujuy le enviaron una carta al presidente Alberto Fernández exponiendo la grave situación sanitaria que vive la provincia y solicitando la “intervención directa e inmediata” del ejecutivo nacional para “asumir la conducción del sistema de salud pública” local que, según denunciaron, se encuentra colapsado “por absoluta y exclusiva responsabilidad del Gobernador Gerardo Morales”, a quien Cambiemos le soltó la mano.

Jujuy ya ubica el tercer lugar detrás de la CABA y la provincia de Buenos Aires, en cantidad de contagios con más de 5 mil casos confirmados y 140 personas muertas. El desborde de los casos y el colapso sanitario generaron una mayor afluencia de profesionales debido a que Nación advierte que Jujuy presenta el peor escenario posible.

El equipo de salud de Nación elaboró un informe con 14 errores: informativos, desorganización, demoras en el tratamiento de datos, falta de convocatoria, errores de articulación, altas a destiempo, retrasos en el rastreo de contactos, son solo algunas de las cuestiones que advirtieron los médicos.

Las camas de terapia intensiva en la red hospitalaria (7 hospitales) de la provincia alcanzaron el 93,1% de la capacidad, mientras que en camas de internación la ocupación es del 70% sobre un total de 202 plazas.

Es tal la situación de colapso que en las últimas semanas han circulado noticias sobre jujeños sacando a sus familiares en bolsas de consorcio y cavando sus tumbas con sus propias manos.

“Conscientes del peligro, todos los estamentos reclamamos desde el primer día, la adopción de las medidas necesarias para enfrentar el virus.”, aseguran en la carta dirigida al presidente de la Nación.

“Y el Estado Nacional, por su parte, aportó el cien por ciento de los fondos que le fueron requeridos por el Gobierno Provincial. Pero a pesar de todo ello, escasearon los elementos de protección personal sometiendo a los efectores de la salud a masivos contagios; se construyeron hospitales de campaña que en los hechos no son tales, desde hace más de cuatro meses se retienen los sueldos de centenares de enfermeros incorporados precariamente al sistema y no se rinde una sola cuenta que permita justificar la paupérrima situación por la que atravesamos.”, denuncian.

“Señor presidente: no es esta una cuestión partidista, política ni judicial, porque ya no hay tiempo para discursos ni demandas. Se trata de una cuestión de vida o muerte que debe asumir el Estado Nacional como único garante de los derechos humanos fundamentales.”