La autopsia sobre el cuerpo de Julen Roselló, el chico de dos años que cayó a un pozo en Totalán, un pueblo de la provincia de Málaga y fue sacado muerto luego de más de diez días de excavaciones, se realizó hoy y ya se conoce la información preliminar. Según los primeros datos, se estima que el niño murió el mismo día de la caída al pozo por “un traumatismo craneoencefálico”. También se habla de “politraumatismos compatibles con la caída”, y que el chico cayó de pie.

La caída ocurrió en una finca familiar el 13 de enero, en un pozo abandonado de 25 centímetros de diámetro y mas de cien metros de profundidad, cavado para buscar agua. El delegado del gobierno en Andalucía, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, precisó que “lo que sí sabemos por parte de los investigadores es que la posición del cuerpo determina que la caída libre llegó hasta 71 metros y se topó con un suelo de tierra”.

Para los investigadores, lo “más probable” es que la caída arrastró arena y tierra que cubrieron el cuerpo, lo cual impidió que se pudiera bajar una cámara para localizarlo. Un juez de Málaga deberá de determinar las “posibles responsabilidades de la muerte de Julen”, según el delegado, quien llamó a que se cierren los pozos ilegales en Andalucía y el resto de España.

“¡No, otra vez no!”. Con un grito desgarrador, reaccionó la madre de Julen al confirmarse la noticia de la muerte de su hijo, según un fotógrafo de la agencia AFP. Después de 13 días, desde la caída del pequeño en un pozo y la excavación para hallarlo, el desenlace resultó fatal, al confirmarse que el niño estaba muerto. Los Roselló habían enterrado a otro hijo, Oliver, en 2017, que a los tres años de edad murió por un ataque al corazón. Ahora han decidido que Julen descanse junto a la tumba de su hermanito.

Al momento de confirmarse el desenlace fatal, la mujer pidió a los gritos que se retirara la prensa. La familia había mantenido la esperanza hasta el fin, pese a que las posibilidades de hallar con vida al chico eran mínimas por la larga caída y la cantidad de días transcurridos.

Las autoridades no tuvieron pruebas de que Julen estuviera con vida en el pozo, pese al hallazgo de pelo del chico y una bolsa de golosinas. Las tareas se dificultaron por un tapón de piedra y tierra, por lo que no se podía meter una cámara. Como opción, se cavó un túnel vertical, una acción de gran complejidad, para lo cual se reclutó a un grupo experimentado de ocho mineros que llegaron desde Asturias.

La solidaridad llegó de todos los rincones de España para la familia Roselló, incluso de altos estamentos. El rey Felipe VI manifestó su “dolor más profundo” y su “pésame más sentido a toda la familia de Julen”. Por su parte, el presidente del gobierno, Pedro Sánchez expresó su “apoyo y cariño” a la familia por Titter, al tiempo que aseguró que “toda España se suma a la tristeza infinita de la familia de Julen”.

P12