La tímida mejora que mostró la industria durante el primer trimestre del año no estuvo acompañada por la creación de puestos de trabajo. La actividad manufacturera contabilizó en marzo 15.160 empleos menos que en el mismo período del año pasado y una leve retracción de 900 posiciones mensuales. La industria es el sector que más asalariados emplea en Argentina. Los registros del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA) dan cuenta de la destrucción de 63.140 puestos desde que asumió el gobierno de Mauricio Macri, que representan el 5,3 por ciento del empleo industrial. La apertura comercial y la pérdida de poder adquisitivo de los trabajadores son los factores más relevantes para explicar el lento pero sostenido fenómeno de pérdida de empleo en la industria.
El escenario de “más inflación y menos crecimiento” anticipado por el Palacio de Hacienda después de la devaluación impactará sobre los niveles de empleo en las actividades industriales que abastecen al mercado interno. Las consecuencias de la corrida cambiaria y el ajuste fiscal amenazan también a las actividades que compensaron la sostenida destrucción de empleo en la industria. Las estadísticas del SIPA registraron en marzo una mejora mensual sin estacionalidad de 13.100 asalariados que, en la comparación contra el mismo período de 2017, asciende hasta 78.700 puestos. Los sectores que motorizan ese desempeño son tres: construcción, comercio y servicios.
Traccionada por la obra pública y los créditos hipotecarios indexados, la construcción anotó 1400 posiciones más que el mes anterior, que llegan a 31.600 empleos frente al mismo mes del año pasado. La decisión del Gobierno de profundizar la reducción del gasto a través del ajuste en obra pública impactará de frente sobre el dinamismo laboral de la actividad. Las secuelas de la devaluación y persistente la inestabilidad financiera también ponen en riesgo el dinamismo de los créditos UVA que afectará, sobre todo, a la construcción privada.
TLukin