El grupo de sacerdotes Curas en la Opción por los Pobres emitió un documento donde destacan que la única solución que ofrece el Gobierno ante la pauperización es la de “multiplicar penas o cárceles” al tiempo que cierran escuelas y se desfinancian programas sociales.
El Grupo de Curas en la Opción por los Pobres sumó su repudio a la propuesta oficial de bajar la edad de punitividad de adolescentes en conflicto con la ley a través de la creación de un nuevo “sistema de responsabilidad juvenil”. Los sacerdotes católicos que trabajan en medios populares señalan en una declaración difundida en la fecha que “los aires de violencia, represión y punición que soplan en la región (‘bolsonarización’) y el mundo ayudan a este nuevo viejo intento”.
En el documento, titulado con la cita bíblica “Dejen que los niños vengan a mí” (Mateo 19,14), descartan la iniciativa porque -dicen- “la solución a la pauperización que el mismo sistema genera (y al que pareciera adscribir la alianza gobernante con sus iniciativas)” pareciera ser “multiplicar penas o cárceles”. En el mismo pronunciamiento se recuerda que “paradójicamente asistimos con estupor al intento de cierres de escuelas y universidades, al desfinanciamiento de programas sociales, al intento de militarizar la sociedad proponiendo las armas como remedio a los males de la desintegración social”.
Los Curas ponderan también que “hermanos y hermanas nuestros que trabajan día a día con niños y jóvenes han levantado su voz y advertido el dislate” y en vista de ello “queremos unir la nuestra para amplificar este urgente llamado de atención”.
Efectivamente el pronunciamiento de los Curas se suma a otros realizados en los últimos días por distintos referentes de la Iglesia Católica. La Comisión de Derechos Humanos por la Inclusión, organización católica integrada por sacerdotes, religiosas y laicos se manifestó en el mismo sentido adhiriendo a su vez a un pronunciamiento anterior de la Comisión Nacional de Pastoral de Adicciones y Drogadependencia del episcopado. También el Colectivo de teología de la liberación “Pichi Meisegeier”, un grupo integrado por militantes católicos, sumó su repudio y se contrapuso “enérgicamente al proyecto de baja de edad de imputabilidad propuesto por el gobierno nacional, el cual no hace más que profundizar la mirada punitivista, estigmatizadora e inhumana de un proyecto político de ajuste, exclusión y muerte”, según afirmó en una declaración.
Ahora los Curas optaron por transcribir en su documento un fragmento del escritor uruguayo Eduardo Galeano, titulado “La infancia es un peligro”. Allí el intelectual oriental escribió que “Desde el punto de vista del sistema, la vejez es un fracaso, pero la infancia es un peligro. En muchos países latinoamericanos, la hegemonía del mercado está rompiendo los lazos de solidaridad y está haciendo trizas el tejido social comunitario. ¿Qué destino tienen los dueños de nada en países donde el derecho de propiedad se está convirtiendo en el único derecho sagrado? Los niños pobres son los que más ferozmente sufren la contradicción entre una cultura que manda consumir y una realidad que lo prohíbe. El hambre los obliga a robar o a prostituirse; pero también los obliga la sociedad de consumo, que los insulta ofreciendo lo que niega. Y ellos se vengan lanzándose al asalto. En las calles de las grandes ciudades, se forman bandas de desesperados unidos por la muerte que acecha”.
Por último los Curas en la Opción por los Pobres formulan una invitación a “trabajar reparando el tejido social comunitario con lazos de solidaridad y amor efectivo a nuestros hermanos más pequeños y pobres” para que “los niños y jóvenes nos encuentren cercanos para acompañarlos a la Vida”.
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