El Gobierno británico, comprometido con endurecer las penas para los asesinatos relacionados con violencia de género y los cometidos con armas blancas, inició una consulta pública para reformar la legislación penal e impulsar el último paso en el plan para abordar el abuso doméstico y la violencia contra mujeres y niñas.
La iniciativa busca incorporar la financiación para servicios de apoyo a las víctimas y nuevas legislaciones que igualan el comportamiento controlador o coercitivo con la violencia física.
Esta medida, anunciada por el Ministerio de Justicia, busca revisar y posiblemente incrementar las sentencias para los asesinatos en contextos de abuso doméstico y aquellos perpetrados con armas encontradas en la escena del crimen.
En el Reino Unido cada año aproximadamente 90 personas, en su mayoría mujeres, son asesinadas por sus parejas o exparejas.
En muchos de estos casos, el arma homicida, como un cuchillo de cocina, ya se encuentra en el hogar, lo que actualmente no conlleva un aumento en la pena.
Este hecho evidencia una brecha significativa en la legislación actual, donde hay una discrepancia de hasta diez años en la sentencia, comparado con los asesinatos donde el arma es llevada intencionalmente a la escena del delito.
“Es impactante que alrededor de 1 de cada 4 asesinatos sean cometidos por una pareja, expareja o un familiar”, dijo el secretario de Justicia Alex Chalk.
“Este Gobierno ya ha ido más lejos que nunca para proteger a las mujeres y las niñas, con nuevas y estrictas órdenes de protección y leyes para garantizar que los abusadores y asesinos pasen más tiempo tras las rejas”, subrayó.
“Cuando se lleva intencionalmente un cuchillo u otra arma a la escena del crimen, el punto de partida es 25 años”, en contraste con “los 15 años aplicables cuando el arma se encuentra en el lugar”, aclaró sobre las penas actuales.
El funcionario explicó que la consulta pública es un reflejo de la determinación del Gobierno para asegurar que las sentencias por asesinato reflejen adecuadamente la gravedad de estos crímenes.
También incluye propuestas como considerar el comportamiento previo controlador o coercitivo como factores agravantes legales que resulten en sentencias más largas, así como tratar el asesinato relacionado con el fin de una relación como un factor agravante legal.
“Para algunas personas malvadas, el asesinato es el brutal acto final de una relación controladora y coercitiva con su pareja. Es justo que analicemos si las sentencias por este tipo de asesinatos reflejan este abuso sostenido e inaceptable”, señaló el ministro de Justicia, Gareth Bacon.