Se trata del gusano de la cera, que podrían ayudar a evitar que nuestro planeta acabe engullido por el plástico, como explica la responsable del estudio, cuyos resultados se acaban de publicar en Nature Communications.

“Descubrimos que las larvas de este lepidóptero (polilla)llamado Galleria mellonella, pueden degradar el polietileno, uno de los plásticos más producidos y resistentes hasta la fecha. Esta investigación se inició hace unos años, cuando descubrimos que este gusano era capaz de hacerlo y ahora descubrimos cómo puede hacerlo. Encontramos dos enzimas en la saliva del animal que pueden oxidar y descomponer el polietileno (plástico) produciendo moléculas más pequeñas”, explica la investigadora del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas de España (CSIC),  Federica Bertocchini.

Sin embargo, el desafío es mayúsculo porque sólo se recicla un 9% de los desechos plásticos, y su consumo se ha cuadruplicado en las últimas tres décadas. La industria del sector realiza un reciclaje fundamentalmente mecánico, como explican los expertos.

“Estamos hablando de un reciclaje mecánico o químico. Es verdad que el químico, se necesita calor, catalizadores, es más complejo. Entonces lo que se está haciendo es más un reciclado mecánico, que consiste entonces en triturar el plástico que llega a la línea de reciclaje, lavarlo, hacer un granceado, que es cortarlo en trocitos pequeñitos, y lo que se hace ahí, es que pasa a una extrusora, y el polímetro se funde o el polietileno se funde, o los plásticos, y entonces ese plástico se puede volver a reutilizar para otra aplicación”, comenta la profesora del Máster en Gestión Ambiental de la Universidad Internacional de La Rioja (España), Ester López.

La investigación concluye que la degradación del plástico con mecanismos biológicos puede ser parte de la solución.

El caso es que no hay tiempo que perder, estos materiales afectan a la gran mayoría de las especies marinas, y se calcula que hasta un 90% de los pájaros, y más de la mitad de las tortugas han ingerido plástico, según un estudio publicado por el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF).