La primera subdirectora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Gita Gopinath, arribó hoy a Buenos Aires con el objetivo de participar en una serie de reuniones que incluyen un encuentro con el presidente Javier Milei y otro con el ministro de Economía, Luis Caputo.
La reunión con Caputo y su equipo económico está prevista para hoy y mañana lo hará con el presidente Milei, según afirmó este mediodía el vocero presidencial, Manuel Adorni.
La agenda de Gopinath prevé, además, una ronda de encuentros con personalidades del mundo académico, representantes de la sociedad civil, empresarios y trabajadores, cómo sucede habitualmente durante una visita oficial del organismo multilateral, informaron fuentes del FMI.
Gopinath llegó al país acompañada por Luis Cubeddu (subdirector del Departamento del Hemisferio Occidental), Ashvin Ahuja (jefe de misión del FMI para Argentina), Ben Kelmanson (residente representante senior del FMI en Argentina) y Matthew Jones (asesor senior de la primera subdirectora gerente).
En el encuentro con Caputo y su staff de colaboradores se abordarán cuestiones técnicas, que hacen a la evolución del plan económico tanto desde el capítulo fiscal como en la acumulación de reservas que atesora diariamente el Banco Central.
La reunión con Milei transitará por el sendero político: tolerancia social al plan económico, relación con gobernadores y eventuales nuevos proyectos de ley que se enviarían al Congreso en el corto plazo, entre otros posibles temas.
En el Gobierno sienten que el compromiso con el FMI, a partir de los números de enero, se encuentra sobrecumplido precisamente en dos capítulos que se miran con especial atención: cuentas públicas y reservas.
Se espera, además, una brusca caída de la inflación para febrero, que Caputo estimó en el orden del 10%, la mitad del registro alcanzado en enero.
En este sentido, el ministro destacó que “no hay antecedente mundial de una reducción de cinco puntos de déficit en un mes”, como el que obtuvo el Gobierno durante enero.
Además, informó que hubo que “recomponer el balance del Banco Central” que incluyó, entre otras medidas, la compra de US$ 7.000 millones, una de las metas comprometidas con el FMI.
El directorio del FMI aprobó a fines de enero el desembolso de US$ 4.700 millones, con los que Argentina comenzó pagar los vencimientos de deuda que mantiene con el organismo hasta abril inclusive.
Argentina también se comprometió ante el organismo en eliminar el déficit fiscal, algo que logró en enero cuando obtuvo un superávit de poco más de $ 5.000 millones, luego del pago de los intereses de la deuda.
El FMI con el giro de fondos de comienzos de mes expresó el respaldo al cambio de rumbo en la política económica implementada por Milei, aunque advirtió que habrá una “estanflación”, recesión e inflación, a corto plazo.
De todas maneras, en el Gobierno ven con optimismo la continuidad de las charlas con los funcionarios del FMI, particularmente por el resultado de las cuentas públicas logrado en enero.
Es más, Argentina aún tiene derecho a solicitar US$ 1.300 millones de dólares provenientes del Fondo Fiduciario para la Resiliencia y la Sostenibilidad, creado por el FMI para los países más vulnerables, como consecuencia de los efectos de la pandemia.
El FMI estimó una inflación promedio del 150% a fin de año, y una caída de la economía del 2,8%, en su última revisión de Perspectivas Económicas Mundiales, conocida a comienzos de mes.
El Fondo señaló los desafíos que deberá afrontar la economía argentina en el transcurso de los próximos meses.
“A corto plazo, se prevé que la economía entre en un periodo de estanflación, a medida que se corrijan los precios relativos y se reduzcan drásticamente los desequilibrios fiscales y de flujos externos. Se prevé que la inflación disminuya gradualmente tras un estallido inicial”, sostuvo el FMI en su staff report sobre la Argentina.