Fumata blanca en Bruselas: los Estados miembro han alcanzado un acuerdo para la reducción voluntaria del consumo de gas natural en un 15% desde la semana que viene al próximo mes de marzo.

Las negociaciones han sido duras y el compromiso solo ha sido posible después de incluir una serie de exenciones para algunos Estados miembro. El objetivo es ahorrar combustible antes de la llegada del invierno y de posibles cortes de suministro por parte de Rusia.

La pregunta ahora es si con estas condiciones será posible ahorrar 45 000 millones de metros cúbicos de gas natural.

“Nuestro cálculo inicial indica que incluso si se aplicaran todas las exenciones alcanzaríamos una reducción del consumo que nos ayudaría a superar un invierno dentro de la media”, explicaba la comisaria de Energía Kadri Simson.

España, uno de los rebeldes

Al menos doce países, especialmente aquellos con poca dependencia del gas ruso, rechazaron el objetivo común del 15% para todos los Estados miembro y pidieron medidas adaptadas para cada uno.

España ha encabezado esta rebelión. Teresa Ribera es su ministra de Transición Ecológica.

“La presidencia ha estado trabando, escuchando a todos los gobiernos y poniendo de manifiesto que las realidades nacionales son diferentes, que las aportaciones pueden ser diferentes y las limitaciones pueden también ser diferentes. De poco sirve que una isla ahorre el 15% si no puede transferir ese recurso a los países del centro de Europa. Sería una medida desproporcionada que no tiene ningún sentido”.

Ayudar a países vulnerables como Alemania

El acuerdo supone un mecanismo de solidaridad que ayudará a los países más vulnerables desde el punto de vista energético como Alemania. Se ha negociado mientras Rusia anunciaba una nueva del suminsitro del gasoducto Nord Stream.

Por primera vez una decisión energética comunitaria

Este compromiso es el primero sobre este tema a nivel comunitario, pues hasta ahora las decisiones sobre energía constituían una competencia nacional.

“Lo más importante es que respetamos los mercados y seguimos permitiendo que el gas fluya por Europa. Y que los 27 países juntos más los vecinos de la UE trabajamos juntos”, subraya Ben McWilliams, analista del laboratorio de ideas Bruegel. “Emplear todos estos recursos de los que disponemos en el lado de la demanda es la única forma efectiva en la que podemos contrarrestar el empleo del gas como arma por parte de Putin y superar este invierno”.

España se beneficia de una exención por ser gran punto de entrada de gas natural licuado y tener infraestructura para regasificarlo. En este caso la reducción de consumo disminuiría a menos de la mitad, el 7%.

Los ministros de energía europeos han acordado a su vez un mecanismo para activar una alerta que obligaría al objetivo del 15%, decidida por los Estados miembro y no por la Comisión Europea.

Este acuerdo ha sido aprobado no por unanimidad sino por una mayoría cualificada. Hungría ha mostrado su total oposición a lo aprobado.

Exenciones generales

Se ha acordado que los Estados miembro que no están interconectados con las redes de gas de otros países queden exentos de las reducciones de gas obligatorias, pues no podrían aportar cantidades importantes de gas para ser aprovechadas por otros.

Los países cuyas redes eléctricas no estén sincronizadas con el sistema eléctrico europeo y dependan en gran medida del gas para la producción de electricidad también quedan liberados de esta medida para evitar el riesgo de una crisis de suministro eléctrico.

Además, los Estados podrán solicitar una excepción para adaptar sus obligaciones de reducción de la demanda si tienen interconexiones limitadas con otros países y pueden demostrar que su infraestructura de gas natural licuado se utiliza al máximo para redirigir el combustible a otros países, que,como se ha dicho ya, es el  caso de España.