Los terremotos a diferencia de otros fenómenos naturales como huracanes o erupciones volcánicas son imposibles de predecir para la ciencia en la actualidad, explicaron especialistas luego de la réplica de magnitud 6,4 que sacudió anoche la provincia turca de Hatay y que produjo la muerte de 6 personas, que se sumaron a las más de 41.000 víctimas fatales en ese país y su vecino Siria.
“Si se han realizado los estudios adecuados, la geología puede indicarnos cómo de grandes y dónde van a ser los terremotos, lo que no podemos determinar es cuándo”, explicó Miguel Ángel Rodríguez Pascua, geólogo y científico titular del Instituto Geológico y Minero de España (IGME), consignó la agencia Sinc.
Según el experto, el problema para la ciencia para predecir estos eventos es la ausencia de datos históricos, especialmente sobre aquellos sismos de mayor magnitud.
Las fallas son fracturas en la corteza terrestre sometidas a grandes presiones por parte de las placas tectónicas. Allí se acumula energía por siglos o incluso miles de años, y alcanza un punto crítico, que es cuando se produce el terremoto.
El sismo es una rotura de la falla y la liberación de energía elástica acumulada que puede durar desde segundos a varios minutos, explicaron.
Un equipo científico de la Universidad Pablo de Olavide (UPO) y de la Universidad de Sevilla (US), liderado por Francisco Martínez Álvarez y Antonio Morales Esteban, desarrolla modelos de predicción de terremotos mediante big data.
Sin embargo, en el caso de los grandes terremotos los modelos estadísticos no son tan efectivos porque éste tiende a generalizar los eventos y no tiene en cuenta la existencia de la clase minoritaria, que son los de mayor magnitud.
“Aún estamos lejos de poder predecir con exactitud, acotando mucho el dónde y el cuándo, la ocurrencia de un terremoto de estas características”, reconoció Martínez Álvarez.
Una vez que ya se ha producido el terremoto, los estudios geológicos aportan información muy útil a los equipos de emergencia.
“Nosotros buscamos el orden dentro del caos. El paso de las ondas sísmicas deja deformaciones orientadas. Hay determinadas orientaciones en las que va a ser mucho más fácil que colapse un edificio dañado si viene una réplica”, explicó Rodríguez Pascua.
Por otro lado, el seguimiento de las réplicas puede permitir predecir nuevos terremotos.
“Se pueden hacer este tipo de estimaciones sobre posibles nuevos terremotos, pero no podíamos saber cuándo sería”, aclaró el geólogo.
Más allá de la predicción de los terremotos, la ciencia sí puede abocarse a prevenir los efectos que tendrán estos hechos sobre la población.
“Es una cuestión de organización y de inversión. Japón tiene terremotos muy importantes y no tiene los problemas que ha habido en Turquía, porque las construcciones están más preparadas”, concluyó Rodríguez Pascua.