“Lograr un mundo sin hambre y malnutrición es un de los objetivos establecidos en la Agenda 2030 de las Naciones Unidos para el Desarrollo Sostenible”, dijo el legislador provincial Rodolfo Manino Iriart tras lo cual expresó su preocupación porque la Relatora Especial de la ONU sobre el Derecho a la Alimentación acaba de presentar un informe en el que afirma que “la crisis económica y financiera que enfrenta Argentina tendrá un impacto directo en el derecho a la alimentación de la población”.
Por eso, aseguró que “son muchos los desafíos a superar y Mar del Plata es una ciudad que no escapa a la problemática nutricional”. Según datos oficiales, el porcentaje general de malnutrición ronda el 30%. Cerca de una persona de cada tres en el mundo sufre alguna forma de malnutrición.
Al mismo tiempo, en la actualidad, Argentina tiene uno de los índices más altos de sobrepeso y obesidad de Latinoamérica, y se encuentra en ascenso.
Indicó Iriart que “la causa más directa de esta situación, son los hábitos alimenticios de los habitantes. Según encuestas del Observatorio de la ciudad UFASTA, alrededor del 30% de los encuestados no tiene en cuenta los indicadores del valor nutritivo de los alimentos que consumen, mientras que el 50% no leen el rótulo nutricional de los alimentos envasados. Los niños y adolescentes no se encuentran ajenos al problema”.
En los últimos años ha aumentado notablemente la obesidad y el sobrepeso infantil, como ha explicado Lorena Lázaro Cuesta (representante en la ciudad del Colegio de Nutricionistas de la provincia). Además, la ciudad es parte del ranking de mayor número de adolescentes hipertensos que aumentan año a año, del país.
Tomando en cuenta las recomendaciones de la FAO, Iriart sostuvo que para trabajar las problemáticas de la nutrición, corresponde “la incorporación de objetivos nutricionales explícitos en las políticas agrícolas, sanitarias, educativas, económicas y de protección social en los países en desarrollo”.
“Debe trabajarse desde todos los niveles, congeniando los esfuerzos del sector privado, público, académico, sociedad civil, guiados por políticas orientadas hacia la seguridad alimentaria y nutricional y la alimentación saludable”, propuso el legislador.