Se cumplen cuarenta años de aquella gesta heroica que no por la época en la que fue pergeñada merece menos reconocimiento. Malvinas en una causa que siempre está vigente para lxs argentinxs. El último bastión colonial que aún nos queda por liberar. Porque una parte de nuestro territorio sigue siendo colonia. Y esa es una herida que no va a cerrar hasta que no recuperemos nuestras islas.
Muchos son los temas que nos invita a pensar Malvinas. La idea de la conquista, como un modo de relación de los pueblos que permanece hasta nuestros días de manera escandalosa, amparada en el supuesto de superioridad racial, que aunque parezca de otro tiempo, sigue teniendo efectos de sentido en nuestra sociedad. La idea de fuerza masculina, que atraviesa toda resolución de conflictos por medio de la violencia. La guerra como centro de la historia.
Malvinas es un momento de la historia incómodo, del que nos cuesta hablar, porque no podemos dejar pasar el hecho de que los propios combatientes hayan terminado siendo víctimas más de sus jefes, que del propio enemigo. Esto nos obliga a pensar sobre el colonialismo interno, que está tan presente en nuestra sociedad y que lleva a tratar lxs habitantes de nuestra patria de formas discriminatorias y racializadas. Y nos invita a repensar de qué forma podemos reivindicar a nuestros héroes, luego del despiadado olvido al que fueron sometidos. Duele como sociedad recordar que fueron más soldados los que perdieron la vida suicidándose por la apatía de la misma gente por la que se jugaron, que en el mismo campo de batalla. Por ello es urgente que pensemos cómo reconstruir nuestra historia a partir de la memoria y el cuidado de nuestros combatientes, que aun pugnan por malvinizar a nuestro pueblo.
Tardó mucho tiempo el pueblo argentino, especialmente el sector intelectual, en asimilar las heridas coloniales. El racismo y el eurocentrismo están presentes en muchos lugares de nuestra sociedad, desde la calle hasta la universidad. El tema “Malvinas” no es ajeno a esto. Malvinas es una colonia, no somos totalmente libres. Hay una causa pendiente. Inglaterra está en estado de usurpación en nuestras islas. Ya sabemos que la guerra no es el camino. Pero no debemos dejar de insistir en esto. Las Malvinas son argentinas y son un tema de todxs lxs argentinxs. Si la diplomacia es el camino denunciemos en todos lados donde podamos esta falta.
Ante la crisis civilizatoria que estamos viviendo, el proyecto moderno europeo que fundamentó la conquista de Europa sobre el resto de los pueblos del mundo ya no puede seguir siendo el modelo a seguir. Los pueblos del mundo, especialmente los que fueron oprimidos por el imperialismo, claman por un cambio de paradigma, en donde sea la solidaridad y la cooperación lo que rija la relación entre pueblos y no la dominación. Donde este hombre europeo que se concibió como dueño y dominador del mundo le deje lugar a una nueva relación de la humanidad con la naturaleza. Una relación ética de cuidado mutuo y de respeto por la vida. Y donde cada ser humano se sienta parte de la tierra que habita.
Nora Bustos
Profesora de Filosofía – Doctora en Ciencias Sociales