Nota realizada por Paolo Manzoni, Secretario de formación política del Partido Justicialista de General Pueyrredón.
A 67 años del bombardeo a la ciudad de Mar del Plata
En memoria de todos los militantes sindicales y políticos que resistieron el golpe de Estado de septiembre de 1955 en la ciudad de Mar del Plata.
“Ese bombardeo motivó el alejamiento del país del General Perón.” Roberto Barili (1964)
Fue un lunes como hoy. El 19 de septiembre de 1955 los marplatenses que vivían cerca de la costa, por la zona del puerto y el golf, fueron despertados por la policía durante la madrugada. Todavía era de noche, y empezaron a escuchar como les gritaban desde la vereda: “desalojen sus casas, van bombardear la costa”
La mayoría eran trabajadores vinculados a la industria de la pesca, muchos eran inmigrantes. Guardaban en su historia los traumas producto de una guerra que los obligó a abandonar su tierra natal. Cientos de personas agarraron lo que tenían a mano, lo imprescindible y abandonaron sus casas subiendo la loma por la avenida Juan B Justo, alejándose de la costa reviviendo el terror que habían dejado atrás. 6:40 am se escucharon las primeras explosiones. La Marina comenzó a bombardear el GADA 601 y los tanques de combustible de YPF en el Puerto, varios proyectiles impactaron sobre casas y comercios.
Los golpistas la noche anterior habían apostado sobre la costa dos destructores y el crucero ARA “9 de Julio” al mando de Isac Rojas, quien junto a Eduardo Lonardi fueron los principales protagonistas del golpe de Estado que derrocó al gobierno democrático del Presidente Juan Domingo Perón.
Parte del ejército, la policía y varios sindicatos fueron los protagonistas de las acciones de resistencia. La contundencia del ataque fue determinante para que Perón decida abandonar el país. Este hecho y la amenaza de continuar con el bombardeo de la destilería de YPF en Berisso torció el rumbo de un golpe de estado que estaba a punto de ser vencido.
Los enfrentamientos e incidentes duraron hasta el martes 27. El Diario El Trabajo llamaba a “desinfectar los sindicatos”. El Centro de Empleados de Comercio fue ocupado por la Marina, quemaron toda su biblioteca en la vía pública e intervinieron las comisiones directivas de los principales Sindicatos de la ciudad. Identificaron a cada dirigente sindical peronista, los persiguieron y los encarcelaron, entre ellos nuestro compañero Buenaventura Gonzalez, quien luego fue Presidente del Partido Justicialista de Gral Pueyrredón y uno de los fundadores de la CGT local. Dicen también que en Mar del Plata nació la resistencia peronista ese mismo lunes 19 de septiembre con los civiles que se organizaron para defender al gobierno democrático.
67 años después las y los argentinos volvemos a encontrarnos en una encrucijada. Nuestra ciudad guarda en su historia las huellas de lo que el odio y el fomento de la división entre las y los argentinos termina produciendo. No hay más lugar a eso. Hoy es imprescindible que todas las fuerzas vivas representativas de los diversos los sectores que integran nuestra comunidad asumamos un compromiso sincero con el pacto democrático que construimos y venimos sosteniendo desde 1983 en adelante. A ese pacto lo terminaron de romper el pasado 1 de septiembre con el intento de magnicidio contra la vice-Presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner. La justicia tiene la obligación de investigar y determinar quien estuvo detrás de esa acción terrorista. Pero es nuestra responsabilidad, de las fuerzas políticas, asumir un total compromiso con la democracia y reconstituir el pacto social, político e institucional que nos permita profundizar el camino que venimos construyendo hace casi 40 años. Solo así el futuro será mejor que el pasado y nos libraremos del riesgo de volver a vivir lo que de ninguna forma se puede repetir: el miedo y el terror en nuestro país.