En la noche de sus 1.000 partidos como futbolista profesional, Lionel Messi mostró el camino de la clasificación a los cuartos de final del Mundial de Qatar y desató un conmovedor festejo de los argentinos en el estadio Ahmad bin Ali.
El capitán de la “albiceleste” recibió la reverencia de las tribunas en pleno desarrollo del juego y el agradecimiento final de una hinchada, cuya ilusión se sustenta en su liderazgo futbolístico: “¡Qué de la mano, de Leo Messi…”.
Fue una noche mágica para el astro y la Selección Argentina, que por cuarta vez en su ciclo ingresó entre los ocho mejores de una Copa del Mundo (Alemania 2006, Sudáfrica 2010, Brasil 2014 y Qatar 2022).
Con 35 años, en lo que “seguramente sea el último Mundial”, según sus propias palabras, Messi se apunta como principal goleador del equipo en esta campaña y el sábado volvió a destrabar un partido como hace una semana lo hizo en un juego límite ante México.
Se jugaban 35 minutos del primer tiempo cuando el 10 quedó de frente al arco, apretado por la defensa australiana en una segunda jugada de pelota parada, y venció al arquero Mathew Ryan con una definición precisa de zurda al palo derecho.
En el anterior juego frente a Polonia, Messi batió el récord de presencias mundialistas con el seleccionado nacional y este sábado quedó a un tanto de igualar a Gabriel Batistuta (10), máximo anotador argentino en la historia de la máxima competencia FIFA.
Leo lleva marcados 9 tantos por Copa del Mundo de acuerdo a la siguiente progresión: 1 en Alemania 2006, 4 en Brasil 2014, 1 en Rusia 2018 y 3 en esta edición de Medio Oriente.
De sus 23 partidos en Mundiales, acaso el del sábado haya representado uno de los mejores, algo que su propia sencillez impide dimensionar en esos términos.
“Siento mucha felicidad por haber cumplido un objetivo más, un pasito más hacia el objetivo final”, dijo el futbolista elegido por la FIFA como el “Man of the match” ante Australia.
“Sabíamos que iba a ser un partido duro, físico. Nosotros veníamos de jugar hace poquito y estábamos preocupados porque ellos son muy fuertes en ese sentido”, declaró en conferencia de prensa con una sonrisa que dejaba traslucir su felicidad plena.
Messi celebró la victoria de cara a los fanáticos en un ambiente atronador, con más de 40.000 personas en estado de vibración. “Son sensaciones increíbles, compartir estos momentos con la gente me da mucha felicidad. Sabemos el esfuerzo que hicieron para venir acá y que lo disfruten así, como lo disfruta todo el país, es algo muy lindo. Hace tiempo que se da esta unión y es algo que tiene que ser siempre así con la Selección”, saboreó.
“Es increíble como vive la gente cada partido, nos trasmite una energía muy linda. Tenemos muchas ganas e ilusión de volver a juntarnos”, abundó sobre el vínculo entre los hinchas y el equipo.
Leo Messi reconoció después que lo moviliza especialmente vivir este Mundial en compañía de su familia: “Pienso en ellos desde el principio al final de cada partido, especialmente en mis hijos, que ya son grandes y entienden. Lo sufren y lo disfrutan; están felices e ilusionados como todo argentino”.
Seguramente Thiago, Mateo y Ciro le agradezcan también hoy por la alegría del triunfo en una jornada estadística especial.
El fútbol tiene mucho más para agradecerle: los 778 partidos en Barcelona, los 169 en la Selección Argentina, los 53 de París Saint-Germain, sus 789 goles, 345 asistencias y 41 títulos, una cifra que el próximo 18 de diciembre puede aumentar con la única copa que le falta a su magnífica carrera.
Por Fernando Bianculli, enviado especial de Télam a Qatar.