Virginia Creimer denunció penalmente a Juan José de Oliveira, hijo del número dos del Ministerio Público Fiscal de la provincia de Buenos Aires.
La médica y perito judicial Virginia Creimer denunció esta semana al juez de La Plata Juan José de Oliveira por abuso sexual y lesiones por un ataque ocurrido en la casa del magistrado el viernes 3 de enero de 2020.
De Oliveira “es un tipo al que yo conocía hace mucho tiempo, que me parecía inofensivo”, explicó este viernes Creimer en una comunicación con el canal C5N. A la luz de los hechos, la perito aseguró que “terminó siendo un lobo con piel de cordero”.
Todo empezó cuando la mujer decidió ir a tomar mate a la casa del juez, a quien conoce hace 15 años por haber trabajado en el Ministerio Público Fiscal bonaerense.
El hombre la recibió a solas y charlaron un rato hasta que “la conversación tomó un rumbo completamente inesperado, que es cuando empieza a hablar de intimidades de él, de las amantes que había tenido, que había sostenido en el tiempo y que había ido al casamiento de una con su esposa”, contó Creimer.
La médica y perito judicial aseguró que hubo “un cambio gestual en él (que) empieza a reírse, sin saber yo por qué se reía”.
“Me dice ‘yo te puedo ofrecer una relación pero no algo formal’. Lo cual me desubica. Le digo yo la verdad no quiero tener ninguna relación con vos”, estableció la mujer con claridad. El avance no quedó en tal.
En vez, el juez “se tapó el regazo, los genitales, con las dos manos”, recordó Creimer, e insistió en hablar de su intimidad. “Me dice: ‘bueno, pero te veo ahí con tan poca ropa’. Yo estaba vestida con un top deportivo, un short y un par de zapatillas”, describió la mujer.
“Me dice ‘mirá cómo me estoy poniendo’, y cuando me dice eso yo pensé ‘no puede ser que un varón, después de lo que pasó con el tema de Darthés pueda repetir esta frase. ¿En qué cabeza cabe? Solamente en la de una persona que tiene tanto poder que no le importa incluso repetir este tipo de frase”, recordó.
“Después de ese comentario consideré que no había nada más que hablar, agarré mi cartera, me di vuelta y me agarró de la cintura, me enfrentó a él y me empezó a besar la cara. Yo le empiezo a decir que no y él no me hace caso, me agarra y me sigue besando y empieza a tratar de sacarme el top”, relató la mujer.
“Me va arrastrando, sin soltarme, yo le decia que no y trataba de soltarme. Me acercó a una habitación, no sé qué era porque lo único que vi fue el televisor y el marco de la puerta del cual yo me sostenía para que no me llevara hacia adentro. Mientras yo trataba de sostenerme él me baja el bretel izquierdo del top y me empieza a besar, a babear el seno izquierdo, y le digo ‘no, Juan’,. y se ríe y me dice: ‘no, claro, no es no'”, relató desesperada la denunciante.
Creimer fue capaz de zafarse en ese breve diálogo y salió de la casa corriendo. Ya en su camioneta, llorando y gritando, volvió a su casa y le contó a sus hijos lo que había ocurrido.
La mujer pudo constatar en la guardia del hospital Rodolfo Rossi de La Plata la presencia de los arañazos que el juez dejó en sus brazos, y de los moretones que le produjo en los glúteos.
Esa misma noche De Oliveira le escribió citima “varios mensajes” que contenían “emoticones sonrientes”, concluyó Creimer.