En la mañana de ayer, Musimundo cerró sus puertas en Tandil y los diez trabajadores que prestaban tareas en el céntrico local de 9 de Julio 624 fueron despedidos. Ante la sorpresiva decisión, intervinieron en el lugar autoridades del Sindicato de Empleados de Comercio, quienes confirmaron que el plantel desafectado será indemnizado al ciento por ciento y el pago se efectivizará en cuotas.

Si bien la cadena de locales de venta de electrodomésticos había anunciado el cierre de varias de sus sucursales en todo el país, Tandil no estaba en ese listado. Sin embargo, cuando los empleados locales se presentaron ayer en su lugar de trabajo, personal de recursos humanos de la empresa que viajó desde Buenos Aires se reunió con ellos para transmitirles la decisión.

El cierre sin previo aviso también sorprendió a los clientes, quienes se acercaron a la sucursal con la intención de abonar cuotas, por ejemplo, y se encontraron con una confusa situación. Sobre la persiana, la empresa colocó un cartel en el que dejó la línea 0810-8886342 para consultas.

Hasta allí, también se acercó la titular del Sindicato de Empleados de Comercio en Tandil, Nancy Clementi, acompañada por el representante del gremio, José Larraburu, para conversar con los empleados e interiorizarse sobre la situación.

La sorpresa del sindicato

En diálogo con “Dulce o Amargo” (programa de Tandil FM 104.1 de El Eco Multimedios), Clementi confirmó que efectivamente la empresa decidió ayer cerrar su sucursal en la ciudad e indemnizar al ciento por ciento a todo el personal afectado, que al parecer estaba en su mayoría de acuerdo con las condiciones ofrecidas por la firma.

Señaló luego que si bien la cadena registraba un buen número de ventas y estaban cumpliendo con las expectativas, aparentemente una empresa habría adquirido los locales ubicados en esa cuadra e inclusive los de la vuelta, sobre San Martín, y dolarizado los alquileres, lo que dificulta el sostenimiento de los comercios.

Por otro lado, aclaró que los diez trabajadores despedidos estaban distribuidos en tres empresas que funcionan dentro de Musimundo, “algo habitual en algunas empresas multinacionales”, marcó la dirigente gremial.

Consternada por lo sucedido, manifestó su preocupación por el panorama comercial que se presenta en Tandil y, si bien confió en que los empleados desafectados posiblemente consigan trabajo en otra empresa, dijo que “esa no es la idea”.

“En cuanto al trabajo, estamos pésimo. También vemos que no entra gente a los negocios. Con los alquileres altos, la suba de servicios y bajas ventas, es difícil”, lamentó.

“Esta sucursal era rentable”

Por su parte, Mauricio Federico, uno de los empleados desafectados, contó que hacía tres años que trabajaba en Musimundo y era uno de los que menos antigüedad tenía.

“No teníamos ningún indicio sobre el cierre porque puntualmente esta sucursal siempre fue en constante crecimiento. Es más, a nuestros competidores directos les estábamos ganando en facturación, ellos mismos nos venían a decir que no sabían cómo hacer para ganarnos en facturación. Nunca pensamos del cierre, particularmente de esta sucursal. Para nosotros internamente era rentable”, recalcó.

Sobre los motivos que derivaron en la decisión, el trabajador coincidió con Clementi en que “según lo que nos informaron desde acá, principalmente tuvo que ver con el tema de la dolarización del alquiler porque, como estas propiedades fueron vendidas hace un tiempo, la idea era que este local se tirara abajo y trasladarlo adonde estaba Indigo, pero parece que ha pasado algo en estos días con el dueño que decidió dolarizar el alquiler y decidieron que no era rentable”.

Dijo no saber si esa información era “real o no, pero a la pauta de lo que crece el dólar y al haber tanta competencia, los márgenes de ganancia los tienen que reducir inevitablemente”. No obstante, consideró que “este cierre tan abrupto tampoco era la manera”.

El pago de la
indemnización

Por último, Federico ratificó que ya habían recibido un cheque con las respectivas indemnizaciones, a cobrar en cuotas, aunque dijo que iba a dirigirse al sindicato para confirmar si la liquidación era correcta.

Admitió en lo personal que estaba sorprendido por el cierre de la sucursal y consideró que “no fue justo” por todo el esfuerzo que hicieron para hacerla crecer. No obstante, confió en que pronto surgirán nuevas oportunidades laborales para todos.

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