Noelia, de 4 años, murió ayer por la madrugada cuando el automóvil en el que viajaba junto a su mamá -presumiblemente a alta velocidad- volcó, en Lisandro Olmos, Provincia de Buenos Aires. Los primeros informes señalan que la menor no viajaba en una butaca infantil. Se está investigando si iba a upa de la mamá o suelta en el asiento de atrás.*
Muchos chicos mueren en siniestros de tránsito, cerca de sus hogares, en brazos de quienes más los quieren. Dentro de los vehículos, la mejor manera de demostrar el amor que se les tiene es:
Nunca llevarlos en los asientos delanteros, ni en brazos del acompañante y menos aún sobre la falda del conductor.
Llevarlos siempre en los asientos traseros, correctamente ajustados con el cinturón de seguridad, y si son menores de 10 años, ajustados en sus sillas especiales (SRI).
La Ley Nacional de Tránsito dispone que es obligatorio los niños viajen ajustados al Sistema de Retención Infantil, en los asientos traseros del vehículo, hasta los 10 años. El decreto reglamentario 32/2018 puso en vigencia el artículo Art 40 g.1. de la Ley Nacional de Tránsito Nº 24.449: “Los menores de DIEZ (10) años deben viajar sujetos al asiento trasero, con el Sistema de Retención Infantil (SRI) homologado al efecto, en relación a su peso y tamaño.”
Por el momento, la ley nacional establece la edad (10 años) hasta la cual el niño debe viajar en el SRI, sin precisar la relación de la edad con la estatura, peso y desarrollo del niño, que son fundamentales para elegir el asiento infantil adecuado para que cada niño viaje seguro (en la Ciudad de Buenos Aires la legislación establece 12 años de edad y 1,50 m de estatura).
Para su protección y seguridad, es muy importante que los chicos viajen siempre, incluso en trayectos cortos, en los asientos traseros del vehículo, en sus butacas especiales (SRI), correctamente instaladas con el sistema de anclaje o con el cinturón de seguridad del vehículo. En caso de siniestro, puede salvarle la vida.
Hasta los 2 años de edad, o durante el mayor tiempo posible, es recomendable que las butacas infantiles se instalen en el sentido contrario a la marcha del vehículo, o sea, los niños viajan mirando hacia atrás. Para los niños más grandes, la indicación es usar una butaca o booster con o sin respaldo, que tiene la finalidad de elevar el cuerpo y permitir que el cinturón se ajuste cruzando sobre el medio de la clavícula y que calce en la cadera baja (sobre los huesos) y no por la cintura ni sobre el abdomen blando.
Luchemos por la vida