Las federaciones que agrupan a industriales panaderos de todo el país se declararon en alerta por la decisión de la industria molinera de “dolarizar” las deudas. La noticia estalló con la reacción de FAIPA, pero se trata de una práctica que tomó volumen en los últimos diez días.

Las facturas que emiten las molineras vienen incluyendo una leyenda donde consigna que a la fecha de vencimiento “se deberá cancelar el importen en U$D antes indicado, o su equivalente en pesos según la cotización del cambio a tipo vendedor publicado por el Banco Nación”.

Por eso, hoy FAIPA –Federación Argentina de Industrias del Pan– sugirió a sus afiliados “no realizar compras” bajo esa modalidad y rechazar “de manera categórica” lo que consideraron “una especulación” de parte de los molinos.

La medida de los molinos es el golpe de gracia para una industria que padece los efectos de las tarifas dolarizadas, la presión impositiva y la caída de las ventas, producto de la pérdida del poder adquisitivo del salario. Por eso responsabilizan al gobierno nacional, que no interviene ni implementa controles.

Por lo pronto, los industriales descartan que pueda faltar pan o que se disparen los precios. “Hay materia prima y hay molinos que están en desacuerdo con la medida. Haremos la denuncia en donde corresponda para que los que tienen la facultad de verificar lo hagan”, insistieron.