Es una problemática señalada por diversos actores y escasamente atendida por el oficialismo: la separación de residuos en origen. El bloque de Acción Marplatense presentó un pedido de informe para conocer qué políticas se implementan en este área y cómo.
“No hay una sensibilización, una comunicación, una campaña vinculada a la separación de residuos en origen”, analizó la socióloga y concejala Eva Ayala, autora del proyecto, en conversación con MdpYa. Es decir, hoy en la Municipalidad de General Pueyrredon no se logra cumplir con los objetivos de la Ordenanza 23486, que establecen acciones para promover la minimización en la generación de residuos.
“Mar del Plata en el 2015 alcanza el 75% del cumplimiento en la separación de residuos en origen, lo que tiene un impacto muy importante sobre el desarrollo ambiental y sostenible de Mar del Plata, que además reduce la cantidad de residuos que llegan a la planta de tratamiento, con lo cual es parte de lo que tiene que ver con la durabilidad de cada uno de los módulos, siendo que hoy tenemos no solo”, repasó la edil.
“En el 2019 se pudo constatar una separación que estuvo en el orden del 30% y hoy no tenemos datos ni una campaña para reforzar, priorizar y además recuperar una política ambiental central de los marplatenses y batanenses”, lamentó Ayala.
Esa reducción y luego ausencia en los porcentajes se traduce, también, en que las personas y las cooperativas que se encargan del reciclado en nuestra ciudad en la actualidad no obtienen materia primar suficiente como para lograr un impacto aún mayor. Los camiones recolectores levantan todas las bolsas los martes y los viernes, los días en que se descartan los reciclables en Mar del Plata, pero finalmente un ínfima parte de ese material sirve de insumo para el trabajo existente, para generar nuevos puestos y para lograr habitar una ciudad más sustentable.
Para la socióloga también es necesario abordar la “problemática social alrededor de la recolección, que está absolutamente invisibilizada”. Esto incluye a cartoneros, recuperadores urbanos y demás personas que van diariamente al predio de disposición final con la intención de trabajar, de reciclar y reutilizar.