La canasta básica alimentaria medida por el Indec se incrementó un 3,7 por ciento en comparación con los precios registrados en diciembre, por lo que el incremento supera la inflación general del primer mes del año que se ubicó en un 2,9 por ciento.

El acumulado en doce meses arroja una suba del 55,8 por ciento en los productos básicos que una familia necesita para no caer por debajo de la línea de indigencia. En tanto, la Canasta Básica Total, que contempla servicios, y marca la línea de pobreza se incrementó de la misma manera, un 3,7 por ciento y un 55,8 por ciento en doce meses.

Frente a los incrementos de la canasta —que se duplicaron en los meses posteriores a la devaluación de agosto— una familia formada por una pareja y un único hijo precisó 8.420,65 pesos en enero pasado para no caer por debajo de la línea de indigencia, cuando en enero de 2018 necesitaba 5.405,26 pesos. En el caso de una familia conformada por una pareja y tres hijos, el monto que tuvo que reunir el mes pasado para no caer en la indigencia llega a los 11.124,85 pesos, cuando un año atrás precisaba 7.141,10 pesos.

Para no ser pobre la familia con un solo hijo tuvo que reunir 21.051,65 pesos en enero, contra los 13.513,15 pesos que precisaba un año atrás para cubrir las necesidades calóricas básicas y otros servicios como vestimenta, transporte, educación, salud. En tanto, una familia de cinco integrantes necesitó en el primes mes del año 27.812,14 pesos para no ser pobre. El impacto del aumento de la canasta cobra una mayor dimensión, cuando se lo contrasta contra el alza mucho menor de los ingresos.

El incremento de la canasta pudo anticiparse la semana pasada cuando el Indec reconoció que la inflación de enero se ubicó en 2,9 por ciento, por encima de los pronósticos oficiales y superando el incremento el 2,6 por ciento de diciembre 2018, cuando las fiestas traccionan como elemento estacional. En el informe de la inflación de enero, se precisó que mientras la comparación interanual acumulaba un 49,3 por ciento —el más alto desde enero de 1992— para el sector de alimentos y bebidas, que compone el centro de la canasta básica, el aumento llegaba al 53 por ciento.

“Mantuvimos un excelente encuentro con el primer ministro. Confirmamos una vez más nuestras coincidencias de objetivos y visiones y nuestra máxima prioridad es reducir la pobreza y mejorar la calidad de vida de nuestra gente”, aseguró Macri el lunes durante su gira por la India, cuando su presidencia se ubica cada vez más lejos de la promesa de campaña y la condición por la que pidió que se evalúe su gestión: la meta de “pobreza cero”.

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