Más de 60 políticos de Australia, senadores y diputados, pidieron a Estados Unidos detener el procesamiento del fundador de WikiLeaks, Julian Assange, cuya extradición al Reino Unido fue reclamada por Washington, reveló hoy un diario británico.
Según el diario The Guardian, los diputados y senadores advirtieron que se produciría “una dura y sostenida protesta en Australia” si se llega a extraditar a Assange.
El medio también reveló que una pequeña delegación multipartidaria viajará a Washington la próxima semana con el objetivo de presionar para terminar con la privación de la libertad del periodista, acusado por ese país.
Assange se encuentra actualmente en la prisión de Belmarsh en Londres, enfrentando un intento de extradición por parte de EEUU en relación con la publicación de documentos filtrados sobre las guerras en Afganistán e Irak y cables diplomáticos entre 2010 y 2011.
En una carta firmada por estos representantes, se expresó claramente que “el procesamiento y encarcelamiento de Assange debe terminar”.
Argumentaron que esta situación ha “continuado por más de una década” y es “injusto seguir persiguiendo y privando de su libertad a Assange, especialmente teniendo en cuenta la duración y circunstancias de la detención que ya ha sufrido”.
Los políticos enfatizaron que el tratamiento continuo al periodista daña la percepción y respeto que los australianos tienen hacia el sistema de justicia estadounidense.
La carta, organizada por los líderes del grupo parlamentario “Traer a Julian Assange a casa”, refleja un consenso creciente entre los partidos políticos australianos sobre este asunto.
Los políticos también expresaron su gratitud por el considerable apoyo dentro de EE. UU. para poner fin a la persecución legal de Assange, citando a miembros del Congreso, defensores de derechos humanos, académicos y medios de comunicación.
Los parlamentarios también dijeron que estaban de acuerdo con los comentarios del primer ministro, Anthony Albanese, de que “ya es suficiente y que el encarcelamiento en curso de Julian Assange no sirve de nada”.
Gabriel Shipton, hermano de Assange, destacó la importancia de que Australia defienda a uno de sus ciudadanos, instando al primer ministro a usar el apoyo interno para liberar a Julian.