Triunfo de Alberto Fernández. Dólar estalla hacia $60. Acciones caen 50%-60%. Riesgo país llega a los 1900 puntos. Pareciera que no puede ser peor… pero en Argentina siempre se puede estar peor. ¿Qué puede pasar?
En estos días vence una deuda del Banco Central. Es un tipo de deuda llamada “Repo” (Repurchase Agreement). Lo que se hace en este tipo de operaciones es que quien busca tomar dinero prestado, deja ciertos títulos en garantía y obtiene el préstamo contra esos títulos. ¿Por qué se hace? Porque de esta forma se accede a un préstamo a una tasa baja.
El problema es que el BCRA dejó en garantía bonos soberanos de la Argentina. Y como todos sabemos, el valor de esos bonos cayó estrepitosamente. Con lo cual, quien otorgó el crédito dice “o me das más bonos en garantía, o me devolvés los dólares que te presté”. Como no hay más bonos para ofrecer en garantía, el BCRA deberá pagar u$s3800 millones de sus ya exiguas reservas.
De esta forma el BCRA perderá de un plumazo una parte importante de las balas que tenía para mantener al dólar a raya. Esto se va a traducir casi con certeza en dólar más alto. ¿Cuánto? Imposible de saber. Pero todo hace pensar que el mayorista estará por encima de los $62 que estuvo en el peor momento del lunes 12 de agosto. Y si hay algo verdaderamente importante, es el dólar, ya que va a afectar dramáticamente al resto de los activos argentinos.
El mayor riesgo del sistema financiero argentino está dentro de los bancos: son los plazos fijos. Esta cifra supera hoy $1.2 billones. ¿Por qué? Porque si dólar llegara a escaparse, eso podría disparar el desarme masivo de plazos fijos (no hay tasa de interés que pueda competir con un dólar desbocado). Si eso sucediera, habrá una masa brutal de pesos queriendo comprar dólares. De ahí al helicóptero, habría pocas horas.
¿Qué está pasando con los plazos fijos? La última información disponible en la página del BCRA corresponde al lunes 12 de agosto, ya que los datos se publican con demora de 72hs:
Consecuencias inmediatas:
Acciones. Ayer, en el feriado, las acciones argentinas que cotizan en Wall Street tuvieron severas caídas. En especial, los bancos se desplomaron un 15% y cayeron por debajo de los peores valores del lunes 12 de agosto. Este es un pésimo augurio que promete mayores caídas. No olvidar que la semana pasada hubo muchas compras especulativas “esperando el rebote” que nunca se dio. Esas mismas manos no tardarán mucho más en “darse vuelta” y vender a pérdida lo que compraron.
Para los que siempre creen que las acciones “no pueden caer más”, les recuerdo que las acciones de Galicia valían $22 en enero de 2001 y pasaron a valer $0.24 en junio del 2002. Ante todo, no se apuren a comprar. Les comparto el gráfico para que vean la dinámica de aquella caída devastadora:
Bonos. Un dólar más alto afecta negativamente la capacidad de repago de la deuda argentina ya que la AFIP recauda pesos que valen menos dólares. Además, dificulta la refinanciación, ya que el ratio Deuda/PBI aumenta fuertemente. Si bien muchos ya hablan de precios de bonos en default, bien podrían caer más. Definitivamente los buitres esperan siempre a comprar en precios todavía menores.
Es esencial que la clase política comprenda lo inestable que es el equilibrio que estamos atravesando. Por eso es importante el consenso en lo que se pueda: una escapada del dólar terminará derivando en una corrida bancaria. En ese escenario, pierden tanto Mauricio Macri como Alberto Fernández (y de paso todos los argentinos).
La noticia del Repo lo que hace es debilitar sensiblemente el poder de fuego del BCRA. Y esto es un problema bien grave. En estos momentos, lo único que importa es contener al dólar.
Por Miguel Boggiano-AMFIN