Las autoridades emitieron alertas severas por lluvia y viento en una franja de 400 kilómetros de costa que incluye zonas de los suburbios de Sidney, la mayor ciudad de Australia donde viven 5 millones de personas, según reportó la agencia AFP.
Los servicios de emergencia australianos ordenaron la evacuación de 200.000 personas por el avance de una fuerte tormenta, que causó devastadoras inundaciones y dejó 13 muertos en la última semana, mientras que la ciudad de Sidney se salvó del diluvio.
Las autoridades emitieron alertas severas por lluvia y viento en una franja de 400 kilómetros de costa que incluye zonas de los suburbios de Sidney, la mayor ciudad de Australia donde viven 5 millones de personas, según reportó la agencia AFP.
La impredecible tormenta se ha movido hacia el sur desde el estado de Queensland hasta Nueva Gales del Sur, provocando destrozos por las crecidas de ríos y embalses y graves inundaciones en muchos municipios, donde las casas están cubiertas de agua hasta los techos.
Un sistema de baja presión permaneció cerca de la costa, cientos de kilómetros al norte de Sidney, descargando intensas lluvias en la zona aunque la ciudad evitó el temido aguacero, dijo el meteorólogo Ben Domensino, de Weatherzone.
“Sidney se salvó de las lluvias más intensas de hoy”, indicó Domensino a AFP, tras anticipar que el sistema se debilitaría para el viernes.
La represa de Warragamba, en el suroeste de Sidney, que aporta 80% del agua a la ciudad, comenzó a derramarse desde la mañana de miércoles.
Sin embargo, todavía había grandes inundaciones en algunas áreas al oeste de Sidney, a lo largo de los ríos Hawkesbury y Nepean que recorren los suburbios de la ciudad, dijo una portavoz de la oficina meteorológica del estado de Nueva Gales del Sur.
“Ese es un sistema muy grande y tomará un tiempo para que disminuya”, adelantó.
En el muelle histórico de Sidney, el zoológico Taronga se preparó para atender animales silvestres heridos por las torrenciales lluvias e inundaciones.
Y al bajar el nivel del agua, la preocupación se volcará a los animales que viven en los cursos del agua, como los ornitorrincos.
Los servicios de emergencia de Nueva Gales del Sur indicaron que todavía hay más de 70 órdenes de evacuación en vigor.