Una grave crisis sanitaria se está viviendo en Portugal. Varias urgencias obstétricas han tenido que cerrar por la falta de especialistas para cubrir los turnos desde hace meses.
La indignación creció luego de la muerte de un bebé en junio, al norte de Lisboa, tras una cesárea de urgencia, momento en el que el servicio de obstetricia del hospital estaba cerrado por falta de personal.
Las y los profesionales sanitarios reivindican un aumento salarial y mejoras en las condiciones laborales.
“Hemos estado trabajando durante los meses de julio y agosto en una reorganización de la atención obstétrica, ginecológica y neonatal”, declara Diogo Ayres de Campos, presidente del equipo para la Atención de Emergencia Obstétrica y Parto.
“Creemos que esto probablemente afectará a la concentración de recursos, por lo que algunos hospitales no podrán mantener sus urgencias y sus bloques de partos abiertos”, explica Ayres de Campos.
La ministra de Sanidad dimite
Algunos hospitales portugueses tuvieron que cerrar sus urgencias de obstetricia y ginecología varias veces este verano.
Durante esta crisis, dos bebés han muerto y una mujer embarazada falleció mientras era trasladada a otro hospital, debido a la falta de vacantes en neonatología.
Las muertes se están investigando, y mientras tanto Marta Temido, quien era la ministra de Sanidad, presentó su dimisión hace una semana, en medio de la crisis.
Varias causas de la crisis
Las reformas en curso buscan fortalecer el Sistema Nacional de Salud y pretenden mejorar los cuidados de salud prestados a los portugueses.
Según el presidente del equipo para la atención de emergencia obstétrica el problema también se debe al aumento de mujeres de otros países que llegan a dar a luz a Portugal.
“La causa del problema no tiene que ver propiamente con la respuesta del servicio, al menos no es evidente que tenga que ver con eso, sino que tiene que ver con el aumento de embarazos de mujeres que vienen de otros países, a menudo países con menos recursos económicos y que deciden dar a luz en Portugal” justifica Ayres de Campos.
Diferentes sindicatos y asociaciones del sector exigen una solución eficaz al Gobierno.
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