Los fondos para el Instituto de Mujeres aumentan solo 10% en 2019. Hay pocos programas contra la brecha en la Ciudad.
El 8 de marzo de este año, Mauricio Macri se estrenaba como “neofeminista” y anunciaba ante Fabiana Túñez, directora ejecutiva del Instituto Nacional de las Mujeres (INAM), el envío de proyectos al Congreso para la paridad de género.
Seis meses después, el presupuesto para 2019 que se presentó el lunes pasado en el Congreso marca, entre otros puntos, que los fondos para el INAM aumentarán solo 10% contra los desembolsos previstos para este año.
Es una cifra que no llega a la mitad de la inflación proyectada para el año próximo en la ley de leyes (23%), y mucho más por debajo del 40% de inflación que se calcula para 2018.
Este año está previsto que el instituto que se encarga de “elaborar políticas, programas e iniciativas destinadas a empoderar a las mujeres y promover la igualdad de género y la erradicación de la violencia”, tiene previsto un presupuesto de $ 211 millones. En 2019, la cifra pasará a $ 234 millones, un 10,9% más.
Es el mismo porcentaje de aumento, aproximadamente, que se destina para el instituto de asuntos indígenas, por ejemplo.
El contexto de ajuste es general, de la mano del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional que dirige Christine Lagarde, la misma que le reclamó a Nicolás Dujovne que estaba “corto de mujeres” en su equipo. La foto de la presentación del presupuesto de esta semana mostró que no hubo acuse de recibo.
No solo porque cinco hombres dieron a conocer los lineamientos para 2019, sino también por su contenido.
“El presupuesto consolida un modelo de desigualdad del acceso igualitario universal de los derechos.
No es cierto que el presupuesto sea neutral. Me refiero a los presupuestos en general”, dijo el titular de la Defensoría del Pueblo de la Ciudad, Alejandro Amor.
Caso porteño. En la Ciudad de Buenos Aires, esta semana se realizó un análisis transversal del presupuesto porteño con perspectiva de género.
Según María Elena Martín, coordinadora del Observatorio de Transversalidad de Género de Presupuestos Públicos de la Federación de Estudios Políticos, Económicos y Sociales para la Nueva Argentina (Fepesna), detalló que “la descripción de los programas presupuestarios carece de información suficiente para conocer sus actividades y objetivos específicos y aun cuando estas son mencionadas, no es posible identificar qué porcentaje del presupuesto se destina”.
En el caso porteño, “solo aparecen objetivos explícitos de reducción de la brecha de género en 9 de los 515 programas”.
La metodología para analizar el presupuesto contempla identificar si el programa se propone la reducción de la brecha de género como objetivo explícito, especificar el porcentaje del programa destinado a ese objetivo específico y diferenciar la población-objetivo en varones/ mujeres, niñas/niños, entre otros.
También propone contar con indicadores de impacto del programa en la población-objeto y explicitar los gastos específicos en relación con la situación de las mujeres.
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