El presidente de Industriales Pymes Argentinos (IPA), Daniel Rosato, alertó por el crecimiento desmedido del mercado informal entre los productores manufactureros, con consecuencia directa en el empleo del sector, y responsabilizó al efecto nocivo que genera en la actividad privada la combinación de una política financiera que aplica altas tasas de interés y a una presión fiscal récord que le quita competitividad a los productos nacionales.
“Creció en forma impactante la cantidad de transacciones no registradas, porque los costos financieros obligaron a muchas empresas a realizar negocios sólo en efectivo para evitar remarcar precios y no tener que cambiar cheques que generan pérdidas que están fuera de la lógica, se lamentó Rosato.
El referente industrial alertó que la decisión de “muchas Pymes” de operar parte de su producción por fuera de la formalidad genera importantes pérdidas al fisco y pone en condición de debilidad competitiva a las empresas registradas que “diariamente se enfrentan a pagar todas obligaciones porque son parte de un sistema”, como les sucede a los asociados al IPA.
En ese sentido, Rosato criticó las ventas no registradas, aunque intentó explicar que la instalación de la informalidad en el mercado comercial “responde a los problemas que provocó la crisis a partir de la recesión, con un achicamiento letal del consumo interno, los mayores costos fijos por subas de los precios energéticos y una devaluación que distorsionó el mercado de insumos”.
“La falta de financiamiento y la fuerte presión impositiva se conjugaron para llevar a las Pymes a una decisión dolorosa: informalizarse. Nadie que llegó a una situación de reconocimiento dentro del círculo virtuoso de la economía quiere abandonar esa situación. Pero la única forma de evitar aumentos y poder recomprar insumos sin la incertidumbre de los precios es con dinero en efectivo porque los bancos se quedan con los mínimos márgenes de rentabilidad con el que se opera en la actualidad”, se quejó Rosato.
Un cálculo que realizó el IPA muestra que la informalidad beneficia al productor con una reducción promedio del 20% en los precios de sus productos. Esas ofertas se trasladaron a los mercados informales como las ferias e incluso superficies comerciales que ofrecen precios reducidos porque comercializan parte de sus ventas en negro.
“Los mecanismos de la política económica obligan y potencian el mercado en negro. Como las tasas de interés son altas, y el cambio de cheques es costoso, productores y comerciantes se van del mercado formal para operar todo en efectivo por la pérdida de competitividad que se genera en el sector de las finanzas”, destacó Rosato.
El presidente del IPA dijo que se detectó “una transferencia del mercado formal al informal, que se notó con más énfasis en el interior del país”, y si bien entendió las razones que lleva a las empresas a evitar la formalidad, se lamentó que se instale “una lógica de deslealtad en la competitividad entre aquellas empresas que se mantienen dentro del sistema impositivo contra las que deciden pasar a la informalidad para tener menores costos”.
“Es fundamental que el Gobierno nacional tome en cuenta esta situación y ponga en marcha un plan integral para las Pymes industriales que contemple una baja en las tasas de interés, herramientas financieras para alentar la producción nacional y la refundación del mercado interno, y así evitar que la informalidad de las empresas se traslade, como sucede hoy en día, al aumento del trabajo no registrado, porque eso supone un futuro cada vez más frágil para todos los argentinos”, afirmó Rosato.
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