Por Redacción

Que en Mar del Plata se maneja mal no es novedad: más celulares que personas al volante; vehículos estacionados en ochavas, sendas peatonales y paradas de taxis y colectivos; obstrucción de rampas de accesibilidad; y total olvido de las luces que indican que un conductor va a doblar. Hay quienes se atreven a decir que en la ciudad no se maneja mal, sino que son los turistas. El caso es que por algún motivo el transporte público parece haberse acoplado al desorden en la movilidad.

Nadie aquí piensa que sea con intención de hacerlo, pero que pasa, pasa.

El lunes 13 de enero dos colectivos protagonizaron un choque en cadena junto con un auto en la esquina de la avenida Colón y Entre Ríos. Fue alrededor de las 16, y, si bien los motivos aún son materia de investigación, se sabe que una unidad de la línea 553 embistió a otro de la 571B y a un auto Honda HR-V que estaban detenidos por el semáforo de ese cruce.

Por al colisión varias personas -conductores y pasajeros- debieron ser atendido por el SAME, aunque no fue necesario el traslado de ningún herido. Hubo varios heridos, mas ninguno de gravedad. 

Dos días después, el miércoles 15 por la mañana, un interno de la línea 573 que circulaba por Hipólito Yrigoyen chocó un Volkswagen Gol que iba por Roca. La mujer que manejaba el vehículo de menor porte resultó con una herida en la frente, por lo que fue atendida en el lugar y luego trasladada. Los pasajeros del colectivo, esta vez, resultaron ilesos.

Pero la peligrosidad no termina allí. Horas más tarde, durante el mismo miércoles, las personas que viajaban en un bus por avenida Luro y La Pampa debieron abandonar la unidad de manera intempestiva tras un comienzo de incendio. El chofer advirtió sobre la situación, ordenó el vaciamiento del vehículo y sofocó las llamas con un matafuegos. Gracias a ese rápido accionar, no hubo que lamentar más que solo el susto.

No hay un solo motivo que haya generado el riesgo en cada caso. De hecho, tal lo escrito, aún se investiga qué pasó tanto en los choques como en la falla mecánica.

Lo cierto es que moverse por Mar del Plata se ha tornado arriesgado. Que haya más autos en circulación puede ser una razón, la falta de paciencia y de prudencia al volante, sin dudas, lo es. Viajar en bondi se sumó a la experiencia de no poder trasladarse de manera segura por la ciudad.