Se cumplieron 22 años de la crisis social, económica y cultural más profunda de nuestra historia democrática reciente. No tiene lo atractivo y llamativo que acarrean los aniversarios de cifra redonda, pero el contexto actual del país llama a pensar y repensarnos desde aquellos hechos.
Se suma una particularidad. La generación nacida en la década del noventa hoy transita sus treinta años siendo económicamente activa y enfrentando las dificultades para alquilar, estudiar, trabajar y ahorrar. El recuerdo del ánimo social, la tensión en los hogares por la falta de plata y de comida son memorias en la infancia.
Ir al kiosco del colegio con patacones, caminar de la mano de un adulto en el trueque Mar y Sierras de Mar del Plata o en los otros cientos que fue necesario abrir para conseguir alimentos o elementos necesarios para la vida diaria a cambio de un papel, de bonos precariamente impresos, de un sweater que ya a nadie en casa le queda fueron solo una porción de lo que significó atravesar la crisis del 2001.
Con aquello en mente, desde MdpYa quisimos repasar qué fue lo que pasó y qué significó en la macroeconomía y en la economía del hogar la debacle del gobierno del expresidente Fernando De La Rúa. Al respecto, hablamos con la licenciada en economía Ana Catelén, que detalló lo siguiente:
¿Qué pasó económicamente en el 2001?
Es algo sobre lo que vale la pena ahondar. Le decimos “la crisis del 2001”, pero duró muchos más: fue la crisis más larga de la historia Argentina. Duró cuatro años. Empezó en 1998 y terminó en 2002. También fue la crisis más profunda: el PBI cayó más de un 18%.
La explosión del régimen de la convertibilidad arrastraba tres problemas muy grandes. Primero, el atraso cambiario, o sea, teníamos un tipo de cambio que estaba muy por detrás de su valor de equilibrio. Otro de los puntos débiles era el déficit comercial crónico, una balanza comercial que siempre iba a pérdida; y el endeudamiento sistemático para poder atender a ese déficit comercial que tenía la Argentina.
Lo que podemos ver previo a los años de la crisis es que en ese contexto de debilidad y vulnerabilidad externa, se suman una serie de crisis de otros países pero que golpean muy fuerte a la economía Argentina. Tenes la crisis del Tequila del 1995, la asiática de 1997, Rusia en 1998, Brasil en 1999, y a la par nuestra, Turquía en el 2001. Estas crisis eran importantes porque nos cortaban el flujo de capitales, a nosotros y al resto de las economías emergentes. A esto se sumó una suba de tasas en Estados Unidos a finales de los noventa, y la caída de los precios de los productos que nosotros exportábamos.
Todo esto fue el golpe de gracia a un régimen que ya no daba más, que había sido efectivo en una primera instancia para bajar la inflación, pero que hace rato no estaba proponiéndole a la Argentina un modelo de crecimiento o de desarrollo.
¿Cómo se traduce todo esto en la economía familiar? ¿Qué pasaba?
Todo esto hizo que hubieran pocos pesos en la plaza, no había efectivo. Entonces, la gente lo empezó a percibir como una época en la que no había plata. Eso enfrió toda la economía, bajó el nivel de transacciones, por lo tanto se vio una recesión que se fue profundizando mes a mes. Por eso en esa época también surgió toda la creatividad con las cuasimonedas: los lecops, los patacones.
Para nuestras generaciones, que éramos niños en esa época, lo que percibíamos era el mal humor social, la mala onda en la calle. Yo recuerdo mucho la cara de preocupados de mis viejos y de mis abuelos. Para cuando estaba empezando la recesión, a fines de los noventa, a mi se me caían los dientes, y el Ratón Pérez en vez de llevarme unos pesos, me dejaba unos falsos bonos. No había pesos.
¿Qué fue el corralito?
El corralito fue lo que se implementó sobre la peor época del 2001 que fue -y de ahí su nombre- poner en un corral los depósitos de la gente. La gente no podía sacar su plata del banco. Eso implicó que muchos de los depósitos que estaban en dólares se pesificaran, por lo tanto fue totalmente confiscatorio de los ahorros de las personas. Muchos perdieron lo que habían ahorrado toda la vida y así la gente también perdió confianza en el sistema bancario y el sistema financiero.
Argentina hoy tiene un sistema financiero bastante pequeño para lo que es el tamaño de su población y su nivel de ingresos porque la gente tiene memoria.
La política económica estuvo todo el tiempo orientada al ajuste, creyendo que en algún momento ese reacomodamiento o sinceramiento de los precios iba a servir para ordenar la economía.
Previo a esto, en el 2000 la recesión terminó en blindaje. De ahí que, en esta campaña cuando se habló de blindaje la gente se asustara tanto. El blindaje no es más que que te entren dólares de afuera para proteger tu propuesta de ajuste. Son cosas que el Fondo Monetario Internacional (FMI) y hasta el Banco Central celebraron en su momento por “la valentía del gobierno”.
Era una situación en la que todo el mundo estaba alcanzado de alguna manera por la crisis.
Bueno, después de Ricardo López Murphy vino Domingo Cavallo. Cavallo llegó, hizo el mega canje, que no es más que cambiar una deuda que no puede pagar. La estira hacia el futuro. Es decir, en vez de pagarla mañana, se paga en los próximos diez años pero con una tasa de interés más alta. Entonces, de esa manera también está hipotecando el futuro.
Ahí fue cuando se aplicó la Ley de Déficit Cero. Fijate que ya estamos hablando de que en julio del 2001, sucesivamente lo que hacía el gobierno era probar nuevas modalidades de ajuste y con más profundidad.
Entonces, lo que veías en la gente era enojo con la economía, enojo con la política, el “que se vayan todos”. Había una sensación de que la política no podía resolver los problemas. Había desconfianza con el gobierno, lo que generaba sucesivos golpes del mercado. La gente retiraba sus depósitos del sistema bancario.
¿Cuándo se comenzó a recuperar la Argentina?
Sería una falta grave a la verdad hablar de la recuperación del gobierno de Néstor Kirchner sin hacer mención al reordenamiento que hace Eduardo Duhalde. Con Duhalde tenes la pesificación asimétrica de activos y pasivos del sistema financiero, que es lo que te permite de algún modo resolver el despelote. fue una medida popular para algunos e impopular para otros, porque los que estaban en los pasivos, perdieron.
A la vez, la estabilización macroeconómica que hace Duhalde ,y del tipo de cambio, sobre todo. La desdolarización de las tarifas de los servicios públicos, la reimposición de derechos a las exportaciones.
Todo ese combo de medidas lo implemento Duhalde primero con Jorge Remes Lenicov y después con Roberto Lavagna, que sentaron las bases para que después pueda venir la recuperación, ya no solo con la pretensión de estabilizar, sino con la de un modelo para crecer y para desarrollarse que llegó con el kirchnerismo
¿Qué se ve hoy?*
Lo primero que se ve es que somos una Nación que le cuesta aprender de sus errores. Fijate que al día de hoy seguimos teniendo un país tremendamente volátil.
Por ejemplo, uno ve toda esta serie de medidas que se anunciaron de ajuste. Podemos comparar este ajuste con los que se intentaron en el ’98, ’99 y 2000 hasta que la crisis llegó a su peor punto.
Ahora que creo que si bien existe la necesidad de ordenar la macroeconomía, también es cierto que es un error pensar que la gente votó el ajuste y que está dispuesta a soportarlo todo por eso. Entonces, acá tenes un punto en común entre la crisis del 2001 y la crisis de la actualidad.
Ahora estamos viendo un ajuste fiscal sin políticas de ingresos, sin políticas redistributivas que atiendan al efecto de por sí redistributivo que generan todas las medidas que se están tomando. Lo normal, entiendo yo, sería pensar cuándo va a llegar un plan de estabilización, para lo que este ajuste fiscal es condición necesaria pero no suficiente. Lo que la gente se pregunta es: ¿cuándo viene esa estabilización? y ¿la gente aguanta?
Acá yo veo otro paralelismo entre esa crisis y este momento: la sociedad está cansada. Creo que la gente le está dando a este presidente el beneficio de la duda, pero no por eso la sociedad argentina va a perder su pulsión igualitaria ni se va a dejar arrasar.
*Cabe destacar que esta nota fue realizada previo al DNU anunciado por el presidente Javier Milei el 20 de diciembre de 2023.