Profesionales de la salud y vecinos de la zona, se convocaron el pasado miércoles 31 de julio para realizar un abrazo al lugar de salud pública. “Faltan profesionales e insumos básicos como vendas o guantes, también falta medicación para hipertensión, diabetes y psiquiatría, ni hablar del mantenimiento del lugar” denunciaron.

Mientras las y los trabajadores luchan por un “salario digno, en donde los sueldos están por debajo de la canasta básica”, también los espacios de trabajo sufren algunas problemáticas importantes que afectan de forma directa a la población, como es la falta de apertura del Caps por 24 horas.

Desde Cicop denunciaron que en lo últimos años se perdieron dos profesionales en pediatría, un psicólogo y dos psiquiatras, “renunciaron por los bajos salarios”, aseguraron. “También perdimos horas de atención, guardias de fin de semana y la ausencia de cobertura de licencias por enfermedad o vacaciones”, agregó el conjunto de profesionales.

“Nos quieren esenciales pero nos tratan como descartables”, se pudo leer en los carteles de protesta. Ante el cúmulo de reclamos para brindar una óptima atención, las y los trabajadores de salud aseguraron que no abandonan sus puestos de trabajo no solo por el “amor” al trabajo comunitario, sino sobre todo “porque tampoco hay tanto profesionales para reponer áreas críticas”. Es decir, la salida de las y los profesionales que quedan significaría un cierre virtual del CAPS.

“Hay éxodo hacia el sector privado o los hospitales provinciales por mejores condiciones laborales”, advirtieron. Para Cicop, se trata de una retirada voluntaria del Estado municipal: “sin medicación, sin profesionales, con pocos turnos y guardias incompletas se evidencia la intención de vaciar a la salud pública, única opción de muchos vecinos de General Pueyrredon”.