Será el primer ministro del Reino Unido más joven de los últimos 200 años, pero a sus 42 no es ningún novato. Como ministro de Finanzas de Boris Johnson tuvo que vérselas con el posBrexit, la pandemia y la crisis energética. Tiene claras sus prioridades: por supuesto, la economía pero también la unidad del partido conservador. Tres primeros ministros en siete semanas no dan muy buena imagen.

Liz Truss felicita a su sucesor y antiguo rival: “Ahora necesitamos estabilidad y unidad. Convertiré en mi máxima prioridad unir a nuestro partido y a nuestro país. Porque es la única manera de superar los retos a los que nos enfrentamos y construir un futuro mejor y más próspero para nuestros hijo y nuestros nietos”.

Las críticas del partido laborista

Los laboristas lo han acusado de evitar el escrutinio tras haber sido elegido solo por sus colegas sin ni siquiera detallar sus planes de Gobierno. Y de haber subido los impuestos al país mientras su multimillonaria familia eludía pagarlos. Han pedido otra vez la convocatoria de elecciones.