Una familia de Las Grutas, provincia de Río Negro, denunció el robo de plantas de cannabis, las cuales cultiva para uso medicinal. Según se conoció, la policía trabaja para recuperarlas, pues los damnificados están inscriptos en el registro de cultivadores establecido por el municipio local. Una fuente indicó que se habrían llevado una planta adulta y cerca de 50 plantines.

Personal del Gabinete de Criminalística de la localidad atlántica realizó este viernes pericias en el domicilio de los damnificados. Desde ese cuerpo describieron que esta es la primera vez que trabajan en un episodio de este tipo, desde que en esta ciudad se permite el cultivo medicinal. La investigación está a cargo de la fiscal Marina Giammona, de Viedma.

La revista THC, una publicación dedicada a difundir los beneficios del cannabis, dio a conocer el hecho y manifestó que “el jardín de la familia Salas apareció saqueado”.

“Nos dio mucho dolor y mucha impotencia”, expresó Otti Salas. “Algunas plantas las sacaron enteras y a otras les cortaron las puntas, dejaron las que no estaban maduras, hicieron un trabajo fino”, detalló.

La familia cuenta con uno de los 109 certificados brindados por el municipio, gracias al trabajo de las organizaciones locales, aprobó una ordenanza para proteger los cultivos de allanamientos.

Pero en este caso, sirvió para hacer una denuncia por el robo de plantas. “Agarramos el certificado y fuimos para la comisaría”, confió.

“El oficial que tomó la denuncia dijo que era la primera vez que lo hacía, para nosotros también fue la primera pero con la certeza de que no estaba bien que nos faltaran las plantas”, así narró Otti una escena que hubiera sido imposible algunos meses atrás.

Cannabis terapéutico

Otti, usuario y cultivador de cannabis desde hace años, también planta para el uso medicinales de sus padres. “Mi vieja tiene artrosis hace varios años y mi viejo lo usa para el dolor que tiene en las rodillas, les cambió la calidad de vida”, confesó.

A partir de ahí, decidieron pedir el certificado para cultivar en el municipio. Y las plantas crecen en la casa de Nahuel, otro de los hijos del matrimonio.

Una vez realizada la denuncia en la comisaría, intervino la fiscalía. A las pocas horas, los Salas tenían a la policía trabajando en su jardín no para llevarse sus plantas, sino para intentar averiguar quién las robó.

“La policía llegó, les conté lo que había pasado, tomaron medidas, sacaron fotos y les pregunté si también para ellos era la primera vez: me dijeron que sí”, cuenta Otti sobre la llegada de la división criminalística a su casa.

Respecto a lo que viene, según aseguran los Salas, la policía explicó que de encontrar las plantas serían citados para reconocerlas y, si se tratase de las Northern Light que sustrajeron de su jardín, podrían llevárselas a su casa.

Eso no resolvería la pérdida de parte importante de la cosecha, pero significaría un resultado positivo del registro local, dado que hasta el momento no existe una causa abierta contra Otti y su hermano. Lo único que está en curso en la denuncia por el robo de plantas.

“Es una satisfacción que esto se desarrolle así, más allá de la pérdida de las plantas lo vemos como un gran paso, un paso gigante en un país que no termina de arrancar con el registro y las autorizaciones”, sostiene María Eugenia Sar, representante de Cannabis Terapéutico Río Negro.

LMN