Habitantes del barrio Nueva Pompeya ya no saben qué hacer ante la creciente inseguridad. No se salva nadie. A pesar de las cámaras públicas y privadas, rejas, alarmas, y grupos de mensajes, las y los vecinos, en su mayoría adultos mayores, son víctimas diarias de robos, entraderas y roturas de autos.
“La semanal”. Así calificaron el robo que sufrió esta semana luego de las 6 de la tarde una vecina en su domicilio de calle Guido. En esa misma cuadra, una librería y una ferretería también fueron asaltadas, aunque a primera hora del día. A una cuadra de allí vive la familia que hace unas semanas fue víctima de una violenta entradera, también por la mañana, cuando un grupo de delincuentes los redujeron y tuvieron de rehenes en su propio hogar por al menos una hora.
La inseguridad que se vive en la zona no solo se manifiesta en forma de robos a casas o roturas de autos en la vía pública. También sufren asaltos en la calle, arrebatos de carteras, riñoneras y mochilas, con mayor o menor grado de violencia.
Vecinas y vecinos del barrio Pompeya están asustados. Cansados de hacer las denuncias en cada caso, ya no llaman a la Policía. Aseguran que la Policía Municipal solo se ocupa de correr de lugar a las personas en situación de calle, mientras que ni siquiera se ven unidades de la Policía Bonaerense.
Fuente de imagen: La Capital