Por Jorge Pailhé, enviado especial de Télam

Paraguay le dio hoy un espaldarazo al tradicional Partido Colorado, que al menos en esta oportunidad no sufrió el desgaste que supone haber ejercido el gobierno a lo largo de casi siete décadas, y eligió al joven economista Santiago Peña como nuevo presidente, con una diferencia de más de 15 puntos porcentuales respecto de la alianza opositora que pretendía disputarle el poder.

Conocidos los datos oficiales del Sistema de Transmisión de Resultados Electorales Preliminares (TREP), una multitud colorada invadió las calles de Asunción y del resto del país para vivar a Peña y al centenario partido, llamado oficialmente Asociación Nacional Republicana (ANR).

La céntrica Plaza de la Democracia, en Asunción, era esta noche escenario de bailes y tamborileos de miles de militantes -la mayoría jóvenes- que daban rienda suelta a su alegría enfrascados en sus remeras coloradas.

Ya como virtual presidente electo, Peña habló  ante sus enfervorizados simpatizantes para hacer una convocatoria a la paz social y un llamado a la unidad de todos los paraguayos y paraguayas para superar las actuales penurias económicas del país, que él mismo admitió en su mensaje.

A su lado estuvo el titular de la ANR, el polémico expresidente Horacio Cartes, su padrino político, sancionado como “persona significativamente corrupta” por el gobierno de Estados Unidos.

La cosecha de apoyos de Peña rondó el 43% de los votos, tres puntos menos que los logrados en 2018 por el actual presidente, Mario Abdo Benítez.

Quien tuvo una muy mala elección hoy fue Efraín Alegre, el candidato por la alianza opositora Concertación, quien en 2018 obtuvo el porcentaje de votos del ganador de hoy, y en la presente jornada no alcanzó siquiera el 28%, apenas cinco puntos arriba del candidato antipolítica Paraguayo “Payo” Cubas.

Este personaje que enarbola un mensaje bolsonarista supo, evidentemente, conquistar a muchos de los votantes que Alegre obtuvo cinco años atrás, de acuerdo con los datos del escrutinio de hoy, y se convirtió en uno de los ganadores de la jornada.

En un demorado mensaje post jornada electoral, Alegre afirmó esta noche desde su casa en la ciudad vecina de Lambaré -y no en el desolado comité de campaña de su alianza, donde había sido citada la prensa y la militancia partidaria- que “la lucha continua”, ya que en la jornada de hoy “la mayoría de la sociedad votó por el cambio”.

“El esfuerzo que hicimos tal vez no haya sido suficiente, por más que la mayoría votó por el cambio. La ciudadanía nos señaló que somos mayoría, pero tenemos que estar unidos para buscar el cambio”, añadió, y luego felicitó a todos los votantes de la jornada, pero no al ganador.

“Una tarea pendiente para la Concertación es encontrar la armonía, porque hay una gran esperanza de cambio. El pueblo nos reclama un proyecto que logre unir los esfuerzos. La lucha continúa”, abundó.

Economista, exempleado del FMI y director de un banco, Peña logró saltar la división del gobernante Partido Colorado protagonizado por el actual presidente Mario Abdo y su antecesor Cartes.

También logró superar el lastre de corrupción que ronda al partido hegemónico de Paraguay, que tiene como figuras sobresaliente al actual vicepresidente, Hugo Velázquez, quien en agosto pasado -al igual que Cartes- fue acusado por Estados Unidos de ser una persona “significativamente corrupta”, por haberle ofrecido una soborno de más de un millón de dólares a un funcionario paraguayo que realizaba una investigación en su contra.

En las conversaciones que Télam mantuvo en los días previos con ciudadanos de a pie en las calles de Asunción, donde no se advierte la presencia de mendigos ni personas en situación precaria, asomaba con asiduidad la intención de votar “a Santi”, incluso en hombres y mujeres que no adherían a Abdo y a Cartes: se diría que la figura del joven tecnócrata logró transmitir cierta confianza en una sociedad no colorada.

Presidentes y dirigentes de la región expresaron de inmediato sus felicitaciones a Peña: entre otros, lo hicieron el presidente Alberto Fernández; el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta y el expresidente Mauricio Macri.

También enviaron saludos los presidentes de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, y de Uruguay, Luis Lacalle Pou, y el expresidente de Colombia Andrés Pastrana.

El próximo gobierno paraguayo contará además con mayoría propia en el Parlamento, según las primeras estimaciones.

Las elecciones se realizaron entre las 7 y las 16 (una hora más en la Argentina) con una concurrencia masiva, que hizo que varias mesas electorales se mantuvieran activas hasta una hora y media más tarde para permitir que pudieran votar quienes se encontraban en el interior de los locales.

Esta fue la primera elección en Paraguay con modalidad electrónica, factor que provocó más demoras que las habituales en la emisión de los votos, ya que no pocos ciudadanos debieron pasar primero por un puesto de instrucción para familiarizarse con el uso de las máquinas.