Desde el inicio de su gestión, en diciembre de 2019, el Gobierno nacional incrementó en más de 700 los kilómetros de vías férreas operativas para el servicio de pasajeros; recuperó 21 servicios que se encontraban paralizados, algunos desde hace más de 30 años; y posibilitó que el tren volviese a parar en 44 estaciones, muchas de las cuales se encontraban en estado de abandono, según datos oficiales a los que accedió Télam.
Tales mejoras hicieron que los trenes de pasajeros de larga distancia trasladaran en los primeros meses de este año, casi la misma cantidad de pasajeros que en todo el 2019, antes de la pandemia.
El retorno del servicio de transporte no solo devolvió una forma de conectividad segura y económica a los pueblos, también conllevó una revitalización de aquellos sitios que, tras nacer y crecer para y por el tren, habían sufrido el desarraigo del ferrocarril en los últimas décadas.
Bastaba observar en cada estación en la que las formaciones volvían a detenerse después de más de 30 años cómo multitudes se agolpaban en los andenes para festejar el retorno de lo que fue un símbolo del progreso y el crecimiento regional y nacional.
Un ejemplo de ello es Juan Galmarini, quién con sus más de 40 años habitando la ciudad de 9 de Julio fue uno de los tantos que solía utilizar el servicio habitualmente cuando circulaba. El regreso del tren “es una alegría enorme –dijo a Télam- porque no solo es más económico y seguro -respecto a las combis y los colectivos-, sino porque es parte de nuestra Argentina”.
Otro caso es el de Aldana Pérez, quien solía utilizar el tren y llevó a sus hijos Thiago (7 años) y Tania (8) a verlo por primera vez. “Volvemos a tener tren, volvemos a estar conectados con un servicio barato. Es una emoción muy grande para todos los que vivimos en 9 de Julio”, se entusiasmó ante esta agencia en ocasión del acto de reinauguración del servicio.
Un paisaje de banderas flameando, con la gente vitoreando el paso de la formación, saludando un retorno esperado por años, se repitió sin solución de continuidad en Rufino, 9 de Julio, Carlos Casares, Pehuajo; en Laboulaye, Vicuña Mackena, General Levalle y Justo Daract; en Valle Hermoso, Campo Quijano y Plottier; en Charadai, Lima Aroyo Seco y Serodino.
“Estamos recibiendo un poco de oxígeno, estamos volviendo a vivir el tren, algo que nunca debimos haber perdido”, dijo entre lágrimas Ismael, un santafesino que trabajó durante 43 años en el ferrocarril y hoy lo puede volver a disfrutar.
“La patria se construyó desde la periferia al centro y los distintos gobiernos fueron olvidando a nuestras hermanas y hermanos del interior. El tren nos recupera, nos revive y nos acerca. Por eso, esto tiene que simbolizar una política de Estado que no puede condicionarse a un gobierno”, reflexionó ante Télam el ministro de Transporte, Alexis Guerrera tras repasar cifras que marcan el avance en la recuperación del sistema ferroviario.
En el mismo sentido, el presidente de Ferrocarriles Argentinos Sociedad del Estado (FASE), Damián Contreras, planteó la necesidad de considerar al sistema ferroviario como una “política de Estado”, con la sanción de una ley que garantice acciones en pos de “la recuperación histórica de los trenes”.
Según datos oficiales, en 2019 la red ferroviaria del AMBA contaba con 882 kilómetros de vías operativas respecto a los 948 a junio de este año.
A su vez, en lo que va de la actual gestión se sumaron cerca de 600 kilómetros al total de la red ferroviaria (incluye AMBA, regionales y larga distancia), por lo que llega a tener 4.143 kilómetros operativos en relación a los 3500 kilómetros que había a fines de 2019.
En sólo seis meses, los trenes de larga distancia transportaron casi la misma cantidad de pasajeros que en todo 2019. En números, 1.245.116 usuarios entre enero y junio de 2022 respecto a los 1.358.922 que viajaron entre enero y diciembre de hace tres años.
Otro dato es la cantidad de servicios que fueron recuperados desde 2020. Hasta la actualidad se recuperaron 21 servicios, lo que implicó que el tren volviera a parar en 44 estaciones, lo que benefició a más de 1,8 millones de personas.
El Plan de Modernización del Sistema Ferroviario que lleva adelante Transporte tiene más de 300 obras importantes en ejecución. Entre ellas: la renovación de vías del Belgrano Sur; la restauración histórica de los techos de la estación de La Plata; el nuevo ingreso en la Línea Mitre de la estación Retiro, que data de cien años de antigüedad; la construcción del Circunvalar de Santa Fe; la renovación del ramal CC en Córdoba; y la creación del nodo logístico Güemes, en Salta.
Dentro de ese plan, el mayor impacto social está dado por el restablecimiento de los servicios de pasajeros, lo que implicó volver a conectar pueblos que históricamente estuvieron ligados al ferrocarril y en los cuales, en algunos casos, hacía más de 30 años que no paraba un tren.
En 2021 fue rehabilitado el servicio a Rufino, que recientemente fue extendido a Justo Daract, en San Luis.
También volvió a funcionar en diciembre de 2020, el servicio entre Resistencia (Chaco) y Los Amores (Santa Fe), que había dejado de prestar servicio cuando irrumpió la pandemia. Primero fue reanudado con un recorrido limitado entre Resistencia y Cote Lai, luego, en febrero de 2021, fue ampliado hasta Charadai, y en abril de 2022 llegó a Los Amores.
Este año fue restablecida la parada en la estación San Lorenzo, del tren que une Buenos Aires con Tucumán, donde no se detenía desde hace 15 años. Fue extendido el servicio entre Salta y Güemes hasta Campo Quijano; así como el que une Rosario con Cañada de Gómez y el del Tren del Valle, en Río Negro, hasta la estación Plottier.
En 2021 se reinstauró el servicio entre Temperley y Haedo y la parada entre Buenos Aires y Tucumán en la estación Serodino, donde el tren no se detenía desde hace 33 años. También fue extendido el servicio del Tren de las Sierras hasta la localidad de Valle Hermoso, donde no pasaba desde hace 24 años.
Durante el año pasado también fueron sumadas las estaciones Lima y Arroyo Seco al servicio entre Buenos Aires y Rosario, inaugurado el Tren Metropolitano de Córdoba y puesto en funcionamiento el servicio entre General Guido y Divisadero (Pinamar).
En total, son 29 localidades por las que volvió a pasar el tren. Nueve de ellas en el tramo Retiro – Rufino/Justo Daract (Alem, Vedia, Alberdi, Iriarte, Rufino, Laboulaye, Gral. Levalle, Vicuña Mackenna, Justo Daract). Tres en el tramo Güemes – Campo Quijano: Pacto de los Cerrillos, Combate de Rosario de Lerma y Campo Quijano. Otras tres en el tramo General Guido – Pinamar: Santo Domingo, General Madariaga y Divisadero de Pinamar.
Siete poblaciones volvieron a contar con servicio ferroviario en el tramo Rosario – Cañada de Gómez: Cañada de Gómez, Correa, Carcarañá, San Jerónimo, Roldán y Funes. Una más en el Tren del Valle: Plottier. Dos más en el tramo Buenos Aires – Tucumán: San Lorenzo y Serodino. Otras dos más en el Tren de las Sierras: Casa Grande y Valle Hermoso. Y otras dos en el tramo Retiro – Rosario: Lima y Arroyo Seco.