La Comisión Provincial por la Memoria (CPM) organizó en el balneario El Pericón de Punta Indio un nuevo acto de justicia por Sebastián Nicora, a siete años de su crimen. Con la presencia de la familia del joven, la actividad estuvo marcada también por el recuerdo sentido de Fernanda Nicora, la mamá de Sebastián que murió en 2017 luchando contra un pacto de impunidad que afecto su salud. Este año, el ex médico policial José Daraio será juzgado por fraguar el resultado de la primera autopsia, una maniobra clave para entorpecer la causa y encubrir a los responsables.
Sebastián Nicora tenía 16 años. Fue asesinado el 14 de febrero de 2013 y su cuerpo apareció en el balneario El Pericón de Punta Indio. Pasaron ya siete años de silencio e impunidad; sin embargo, el reclamo de justicia sigue tan vigente como desde el primer momento. Las preguntas sobre el crimen son las mismas: quién mató a Sebastián y qué saben los que encubrieron su asesinato.
La Comisión Provincial por la Memoria (CPM) realizó un nuevo acto en el lugar, para renovar el pedido de justicia y recordar la lucha de Fernanda Nicora, que murió en 2017. La actividad fue acompañada por los hermanos, tios y abuelos del joven, un centenar de integrantes de la Red de familiares contra la tortura y otras violencias estatales de la CPM, autoridades municipales, vecinos y vecinas de Punta Indio, SUTEBA, Colectivo de Mujeres y Disidencias de Punta Indio, Consejo contra la Violencia Institucional, APDH, FM Punta Indio, entre otras que, en todo este tiempo, acompañaron la lucha de la familia del joven.
“La impunidad es otro crimen, el crimen que le siguió al asesinato de Sebastián, y la impunidad es una herida abierta en su familia y también en toda la sociedad de Punta Indio. Sólo la justicia tiene la posibilidad de empezar a cerrar ese dolor y es lo que todavía no conseguimos. Pero no perdemos la esperanza de llegar a esa justicia, este acto es una renovación de esa esperanza”, señaló el secretario de la CPM, Roberto Cipriano García.
Después de siete años, la investigación penal es una muestra del encubrimiento y complicidad de la Policía bonaerense y de la ineficacia de la justicia. “La causa por su asesinato no avanza y tampoco avanza la causa de encubrimiento de los ocho policías que intervinieron en la investigación inicial. Las pruebas que nos faltan son las pruebas que ellos nos ocultaron”, señaló la directora general de la CPM, Sandra Raggio.
La impunidad es parte constitutiva del asesinato de Seba; se sustentó desde el principio en la autopsia, a cargo del entonces médico policial José Daraio, que buscó ocultar la verdad. El falso informe concluyó que la causa del deceso había sido una “fractura traumática producida por elemento punzante”. Esa autopsia fraguada obstruyó y demoró la investigación penal durante casi dos años.
Con el patrocinio de la CPM, Fernanda Nicora logró forzar judicialmente una reautopsia en la que se comprobó el traumatismo craneoencefálico con destrucción de masa encefálica, producido por proyectil de arma de fuego de 9 mm.
Recién en junio de 2017 la fiscal platense Ana Medina pidió la elevación a juicio de la causa por falso testimonio contra el ex médico policial, una calificación mucho menor al encubrimiento. Este año se realizará el debate oral y público, Dariao tendrá que responder por sus actos criminales que le negaron la justicia a una mamá que buscaba la verdad y la condena de los responsables por la muerte de su hijo. El juicio contra Dariao es la primera esperanza de justicia y una posibilidad para que el pacto de silencio se quiebre.
“Este crimen es, sin duda, el hecho más doloroso que me tocó desde la función pública y, con el paso del tiempo, uno siente que la posibilidad de llegar a la verdad se va alejando, pero no dejamos de tener esperanza. No podemos hacerlo tampoco por Fernanda, a ella también le debemos una sociedad mejor”, expresó el intendente de Punta Indio, Hernán Yzurieta.
Otras organizaciones del distrito se expresaron y reclamaron por la continuidad en sus funciones de los agentes policiales que intervinieron en la trama de encubrimiento que sostiene la impunidad de hoy.
En el camino de esta lucha de justicia por Sebastián, otras madres y familiares víctimas de violencia institucional se sumaron al reclamo de Fernanda. Lamentablemente, la impunidad, la angustia de luchar contra un sistema judicial extremadamente lento e ineficaz fue horadando la salud de Fernanda que murió en 2017.
La lucha de Fernanda, durante esos pocos años que pasaron entre el asesinato de Sebastian y su muerte, dejó un legado que trasciende su caso: impulsó la creación del consejo de prevención de la violencia institucional de Punta Indio, del que formó parte y participó desde su génesis de la creación de la Red de familiares contra la tortura y otras violencias estatales de la CPM. Está organización novedosa y con presencia en toda la provincia de Buenos Aires se integra con familiares y víctimas de la violencia policial y penitenciaria.
Las muestras de dolor de los más de 120 integrantes de la Red que participaron hoy en el acto de justicia por Sebastián es un fiel reflejo del cariño que Fernanda conquistó en esos años de lucha. “Venir acá y no encontrar a Fernanda es una gran tristeza. Además de su amor, nos dejó un gran legado, Caro y Nahuel, sus hijos, que también estuvieron acompañando el pedido de justicia por mi hijo”, cerró Sandra Gómez, la mamá de Omar Cigarán, un joven asesinado por la Policía Bonaerense en La Plata un día después de la muerte de Sebastián. También expresaron su solidaridad y acompañamiento Nancy Sosa, mamá de Ismael Sosa, y Gladys Ruiz Díaz, mamá de Danilo Sansone, joven fallecido en la Masacre de Monte.