Jéssica Fernández Argüello se encuentra en grave estado luego de recibir cinco balazos por su ex pareja. Un mes antes había denunciado amenazas del hombre que hoy se encuentra prófugo.
Jéssica Fernández Arguello, la peluquera de 28 años que se encuentra en grave estado luego de recibir cinco balazos en una tentativa de femicidio en Moreno por la que buscan a su ex pareja, había denunciado un mes antes que su presunto atacante la había amenazado de muerte a ella, a sus hijos y a su familia, y le había pedido a la justicia la exclusión del hogar del ahora prófugo.
Se trata de una denuncia radicada el 29 de septiembre pasado por la propia Fernández Argüello en la Comisaría de la Mujer y Familia de Moreno, que la familia de la víctima dio a conocer a la prensa en la puerta del Hospital Luciano y Mariano de la Vega de Moreno, donde la mujer de nacionalidad paraguaya se encuentra internada.
En su exposición, Jéssica contó que el viernes 25 de septiembre pasado, alrededor de las 21, su expareja Justino Del Valle Ríos le dijo: “Te voy a matar a vos, a los chicos y a tu familia”.
“Cansada de convivir con este hombre y soportar toda clase de maltratos se acerca a esta dependencia de solicitar ante el Juzgado de Familia la exclusión del hogar” y “la restricción perimetral para ella y su grupo familiar”, dice la denuncia, según informó Télam.
En aquel momento, la víctima contó que “mantuvo una relación de pareja” con Del Valle Ríos “por el lapso de cinco años”, que fruto de esa relación tuvieron “dos hijos”, un varón de 4 años y una niña de 3, y que se encontraban “separados hace aproximadamente tres meses” pese a lo cual seguían “conviviendo bajo el mismo techo”.
Jéssica describió a Del Valle Ríos como “una persona agresiva que la hostiga, la molesta con toda clase de insultos e improperios varios que la denigran como mujer y como persona” y afirmó que estaba “cansada de los maltratos que ejerce el encartado en contra de la dicente”.
En la misma denuncia, donde quedó asentado que ella instaba la acción penal, Jéssica agregó que Del Valle Ríos “consume alcohol” y que cuando lo hace “se torna aún más agresivo”.
En el momento del ataque ocurrido el domingo, Jessica se encontraba con una de sus hermanas y sus hijos. “Yo le pedí que agarrara a los chicos y nos fuéramos, pero apenas le dije eso el tipo ya estaba ahí, nos cerró la puerta principal, no podíamos salir”, contó Tania, la hermana de la víctima en declaraciones televisivas.
“Mi hermana empezó a forcejear, él la empuja y ahí le empezó a disparar”, agregó. Jéssica ya estaba herida cuando vio al hombre apuntarle a sus hijos, de 3 y 4 años, y se abalanzó sobre ellos para cubrirlos. Así les salvó la vida y cinco balazos en total impactaron en su cuerpo.
En ese momento, angustiada, Tania recordó que ella se desesperó por evitar que Del Valle Ríos le siguiera disparando a su hermana, se interpuso entre los dos y le pidió que la matara a ella en su lugar. “Pero él gatilló y se quedó sin balas”, afirmó. Recién en ese momento fue que escapó del lugar. Para la joven, su cuñado “estaba lúcido, era consciente de lo que hacía” y no parecía estar alcoholizado.