Durante su Presidencia ha enfrentado una larga lista de acusaciones de corrupción.
El presidente de Brasil, Michel Temer, aseguró que no tiene temor de ser arrestado luego de terminar su período de gobierno, tal y como ocurrió con el exmandatario Luiz Inacio Lula Da Silva.
“No temo (ser preso), no. No temo. Sería una indignidad y lamento que estemos hablando sobre esto”, dijo Temer en entrevista con la emisora CBN luego de que le preguntaran si creía correr la misma suerte que Lula.
La entrevista al actual presidente brasilero se realizó el mismo día que uno de los magistrados del Supremo Tribunal Federal (STF) aceptó el pedido de la Policía Federal para prorrogar por otros 60 días una investigación que involucra a Temer por el presunto delito de lavado de dinero, según publicó Jornal do Brasil.
Defensa propia de Temer
La causa, abierta seis meses atrás, trata de dilucidar si el presidente recibió un soborno a cambio de aprobar un decreto sobre el sector portuario.
Se trata de “una investigación que comienza sin saber por qué, prosigue sin saber por qué y ciertamente va a terminar sin saber por qué”, dijo Temer en defensa propia, agregando que su caso parece “una investigación para investigar un asesinato que no tiene cadáver”.
Otros casos que han afectado al presidente y su entorno
No es el primero de los casos de presunta corrupción que han involucrado a Michel Temer y a su entorno, quien asumió la Presidencia luego de la destitución de la mandataria Dilma Rousseff. De hecho, ya en mayo de 2016, de 23 ministros del gabinete de Temer, siete estaban procesados o investigados por presuntos delitos de corrupción, mientras que 12 de ellos habrían recibido donaciones de empresas vinculadas con el escándalo de lavado de dinero de la estatal Petrobras.
12 de abril de 2017: el Tribunal Supremo Federal pidió investigar a nueve ministros del gobierno de Michel Temer por presuntos delitos de corrupción, asociados a la operación ‘Lava Jato’.
30 de mayo de 2017: El Tribunal Supremo de Brasil autorizó interrogar a Temer por casos de corrupción.
4 de julio de 2017: La Policía Federal detiene al exministro Geddel Vieira Lima, uno de los aliados más cercanos del presidente Temer, acusado de intentar obstaculizar la investigación de las irregularidades en el banco Caixa Económica Federal.
21 de julio de 2017: Un empresario confiesa haber participado en sobornos a senadores del partido de Temer.
13 de septiembre de 2017: Tribunal Supremo autoriza una nueva investigación por presunta corrupción contra Temer.
6 de marzo de 2018: La justicia ordena levantar el secreto bancario de la cuentas de Michel Temer.
14 de marzode 2018: Detienen al portavoz del gobierno de Temer en el Senado tras ser imputado por los delitos de corrupción pasiva y blanqueo de dinero.
3 de mayo de 2018: La Fiscalía acusa a Blairo Maggi, ministro de agricultura, por el presunto delito de corrupción activa.
8 de mayo de 2018: Cinco personas son detenidas por su supuesta participación en un desfalco de 56,5 millones de dólares de los contratos de Odebrecht con Petrobras entre 2010 y 2012. Los presuntos implicados podrían haber beneficiado al partido de Temer, según informó Notimérica.
No obstante, algunas de las investigaciones en las que se señaló al presidente de Brasil o a su entorno, fueron desechadas por falta de pruebas.
Los apoyos de Temer
El sociólogo Vinicius Sartorato considera que la declaración de Michel Temer a la emisora de radio, “más que una defensa personal, es el reflejo de que se siente confiado”, por el apoyo que tiene de los grupos de poder de Brasil.
Es decir, opina el también analista, “cuenta con apoyo de los mercados, la mayoría parlamentaria y de los medios de comunicación”.
Sartorato explica que la estructura del Estado brasilero “tiene contradicciones fundamentales” que se expresan en las relaciones de tensión entre “el gobierno, el legislativo, el judicial, el poder económico y la prensa”.
Por esa razón, opina, “la situación por la que atraviesa Lula Da Silva”, y otros tantos políticos, “es un reflejo de la estructura desigual del país”,
Además, señaló que al analizar la coyuntura política de Brasil “no puede verse a los personajes de manera aislada. Temer y Lula, representan sectores, intereses y proyectos sociales diversos”.
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