Finalmente, el oficialismo dio luz verde al proyecto presentado por el intendente Guillermo Montenegro para que se instale un bar donde funcionó un centro clandestino de detención y tortura durante la última dictadura cívico militar de Argentina. Se espera ahora su tratamiento en la comisión de Legislación. Si pasa esa instancia, estará en condiciones de bajar a recinto para su tratamiento.

Fue durante la reunión de comisión de Obras, presidida por la concejal Angélica González de Coalición Cívica – ARI. Allí, los concejales Marianela Romero y Daniel Núñez (UCR), Mercedes Morro y Florencia Ranellucci (Vamos Juntos-Pro) y la titular de la asamblea levantaron la mano para que la iniciativa pueda girar a la comisión de Legislación. Durante la hora y cuarto de debate, Juntos por el Cambio no aportó argumento alguno y se limitó a emitir su visto bueno. Unión por la Patria, Frente Renovador y Acción Marplatense votaron en contra, mientras que La Libertad Avanza se abstuvo.

Durante el encuentro, estuvieron presentes representantes de organismos de derechos humanos. Desde Familiares Detenidos Desaparecidos sostuvieron su oposición: “Es lo mismo que en el Cementerio Parque pongamos un food truck. O que pongan un bar en Auschwitz. Se vería un poco mal. Dudaríamos que lo apruebe la comunidad judía”.

En concreto, el proyecto estipula ceder el terreno donde funcionó el centro clandestino de detención de la Escuela de Suboficiales de Infantería de Marina (ESIM) a la asociación vecinal de fomento Faro Norte, con el objetivo de ponerlo en condiciones y poder tercerizar su explotación a un tercero por cinco años, con posibilidad de prorrogarlo un año más. Esa tercerización ya está reservada para la empresa Burbarrel SA, productora del gin La Restinga. 

El expediente sumó informes favorables de Legal y Técnica, Participación Ciudadana y Dirección de Asuntos de la Comunidad.

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