La pandemia de Covid-19 marcó un antes y un después en la vida de Walter Taboada, un hombre de Berazategui, provincia de Buenos Aires, que fue de los primeros pacientes en ser diagnosticados con coronavirus en Argentina. Aunque ya fue dado de alta todavía no pudo retomar sus actividades predilectas, como tocar cumbia o jugar al basquet.
Taboada, de 52 años, entró al Sanatorio Anchorena de la Ciudad de Buenos Aires el 28 de marzo de 2020, 11 días después de haber regresado al país tras su último viaje al sur de Brasil como chofer de una empresa de micros. “Sabíamos que era una zona caliente y tomamos nuestros recaudos, pero no fue suficiente”, aseguró.
Aunque el aislamiento social preventivo y obligatorio se decretó el 20 de ese mes, el hombre evitó contagiar a sus vecinos porque respetó la cuarentena que ya el 17 de marzo se pedía a quienes regresaban al país desde el exterior para contener al coronavirus en Argentina.
“Soy músico, tocamos en varios lugares, hacemos asados. Si no hubiese tomado recaudos hubiera hecho un desastre”, convino Taboada en una entrevista con la agencia de noticias Télam en referencia a sus actividades pre Covid-19, que incluían tocar la batería en el grupo de cumbia “El duende y la aplanadora”.
Con su altura de 1,92 metros, Taboada se describió como “hiperactivo”, pero tras 18 días en coma y casi un mes de internación por el coronavirus pasó de pesar 118 kilos a sólo 70 kg. con unas “patitas de pollo” donde antes veía un físico “macizo, robusto”.
“No me reconocí, no me entraba en la cabeza”, expresó en referencia a su cuerpo, que de a poco vuelve a ser el mismo.
“Camino, pero no bien. Me agito, y los dolores en las articulaciones siguen, la tos también. Cuando toso parece que se me despegan los pulmones. Quiero recuperarme, pero me levanto, estoy tomando unos mates en el comedor y tengo que volver a la cama”, reconoció el hombre. “No es que te cuesta, te duele no poder valerte por vos mismo”, agregó.
“Los hombres de la luna”
Taboada vive con su mujer en un barrio de 124 casas en el que “para donde mirás hay campo”. Sus vecinos supieron que algo andaba mal el 27 de marzo, cuando vieron a una ambulancia, “una Iveco grande, equipada”, en la puerta de la vivienda.
El personal de salud que acudió a la casa de Taboada alejó a los vecinos porque sabían que podía ser un caso de coronavirus dado que el hombre había estado en Brasil hacía apenas 10 días.
“Fue de un día para el otro. Me acosté tosiendo y ni me acuerdo cuándo me levanté. Ya estaba la ambulancia, los vecinos trataban de acercarse, querían saber qué pasaba. En ese momento no se sabía tanto” del coronavirus en Argentina, contó Taboada.
El equipo de protección personal (EPP) de los médicos le resultó curioso a Taboada porque “parecían los hombres de la luna”, pero un día más tarde ya estaba en coma en un sanatorio de la Ciudad de Buenos Aires.
“Estuve 18 días muerto, con respirador e intubado. ‘Pensamos que no te íbamos a sacar’, me dijo un médico. Y no me quiso decir la temperatura que tuve. Tenía ampollas en los pies, la espalda, por todos lados, eso fue por la fiebre”, recordó.
Taboada fue uno de los primeros pacientes en ser diagnosticados con coronavirus en Argentina, incluso antes de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) le diera a su enfermedad el nombre de Covid-19.
“Cuando me enteré (que tenía coronavirus) me quedé boquiabierto. Siempre le esquivé a los médicos y de repente encontrarme en terapia y con toda esta pandemia”, reflexionó el hombre, que recién pudo dejar el sanatorio el 24 de abril, tras casi un mes de internación.
“Estoy agradecido de que estoy vivo, los médicos la pelearon”, aseguró, aunque de su parte hubo un esfuerzo igual de titánico.
En la actualidad hay más de 25.000 personas que fueron dadas de alta tras ser diagnosticadas con Covid-19, pero la Argentina acumula 80.447 casos de coronavirus, de los cuales 1.582 resultaron fatales según cifras del Ministerio de Salud de la Nación.
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