Un manto de sal volvió a cubrir las costas del Lago Epecuén, en el partido bonaerense de Adolfo Alsina, lo que convirtió el lugar en un atractivo extra para los turistas que disfrutan de los feriados de carnaval.
Desde el municipio de Adolfo Alsina, cabecera del distrito, informaron que “tanto los turistas que visitan Carhué y sus termas, como los propios vecinos, fueron sorprendidos nuevamente y en el mes de febrero con el manto de sal que cubrió las costas del lago”.
“Es que debido a las bajas temperaturas de los últimos días el sulfato del Lago Epecuén se cristalizó y gran parte de la costa se cubrió con ‘nieve salada’, como la llaman habitualmente en el lugar”, agregaron.
Según señalaron desde el área de Turismo de la comuna y los propios prestadores turísticos, “dicho fenómeno se registra en forma habitual durante la temporada invernal y tiene que ver con la alta salinidad que posee en Lago Epecuén, que es 10 veces más salado que el mar y sólo es comparable con el Mar Muerto” en Oriente Medio.
Por tal motivo dicha composición hace que las aguas del Lago Epecuén sean ideales para tratamientos de relax, belleza y bienestar.
Los voceros de la comuna agregaron que “durante este fin de semana de carnaval, el distrito volvió a ser uno de los destinos más elegidos con ocupación plena y gran convocatoria en las actividades y excursiones programadas para recorrer las ruinas de la Villa Epecuén, conocer la comunidad judía de Rivera, disfrutar de la naturaleza y el turismo rural”.
Carhué, en el oeste de la provincia de Buenos Aires, a 520 kilómetros de la ciudad de Buenos Aires, posee más de 900 plazas hoteleras y es vecina al Lago Epecuén, reconocido en todo el mundo por las propiedades de sus aguas hipermarinas.
Este lago presenta en sus aguas una concentración de entre 180 y 200 gramos de sal por cada litro, más de cuatro veces la que se encuentra en el mar, lo que lo convierte en un “flotario natural”.