Los bomberos del suroeste de Francia luchan por contener una serie de incendios forestales de una magnitud sin precedentes. Hasta el lunes, 15.000 hectáreas habían ardido en el departamento francés de Gironde. La superficie devastada supone un área de 150 kilómetros cuadrados, tan grande como París y sus suburbios. 32.000 personas han tenido que ser evacuadas.

Unos 1.200 bomberos trabajan en las tareas de extinción, en las que en ocasiones hay que combatir el fuego con más fuego…”De hecho, quemamos una zona de forma planificada, limitada, una zona que está destinada a arder pero el hecho de quemarla antes de que llegue el incendio principal nos permite evitar que el fuego vaya más allá y haga un salto sobre la gran zona de macizos que tenemos justo detrás”, cuenta sobre el terreno Eric Florensan, comandante de operaciones de la unidad de bomberos SDIS 33.

En España hay al menos veinte incendios activos. Las llamas han destruido casas y cultivos y han obligado evacuar a miles de personas. En Cataluña, los vecinos de Pont de Vilomara, al norte de Barcelona recogieron lo que pudieron al acercarse las llamas.

“No se cómo está mi casa, creo que mi casa está quemada por lo que me han dicho.. Pero no puedo decir con qué gravedad. He visto un video que me ha mandado un vecino y se ve quemada”, explica preocupada María Dolores Reche.

“Esto empezó más fuerte, más fuerte. A las 17 nos pilló las llamas y tuvimos que salir corriendo. Cogimos los cuatro perritos que tenemos y ya está… Luego se quedó allí gallinas, unos 15 gatitos”, lamenta Elena Mititelu.

En Zamora un pastor ha sido víctima de las llamas tras, supuestamente, desoír las indicaciones de los cuerpos de seguridad, que pedían a la población que se mantuviese en sus hogares. Es la segunda víctima mortal del incendio.

Fuente: Euronews