Un niño de dos años, Levi, jugaba en la orilla de la costa Limestone en Australia, mientras su papá hacía snorkel en el mar. Su mamá, Tayla Craw tómo una foto de él donde se veía de fondo su padre, pero no se imaginaban que esa sería la última captura que tendría de Duncan Craw, su marido.

El mes pasado, la familia había estado acampando en Port MacDonnell en la localidad al sur de Australia cuando Craw desapareció en el agua alrededor de las 5 de la tarde mientras su esposa e hijo disfrutaban de la playa, sin saber que algo andaba mal.

Craw era gerente de operaciones de Monk and Son Ag Services y esperaba ansioso pasar las vacaciones con su familia.

La última foto

Mientras su hijo Levi jugaba con su pala amarilla en la arena en primer plano, se puede ver a su papá en la distancia, en la parte superior izquierda del niño.

“Era el mejor padre de Levi y un hermoso esposo y el mejor amigo de Tay, su novia de la secundaria”, dijo la familia en un comunicado.

Se cree que el hombre de 32 años murió repentinamente por una causa natural no revelada antes de que su cuerpo fuera devorado por un gran tiburón blanco que fue visto en el área.

Sus restos fueron encontrados en el agua cerca del lugar después de que los equipos de búsqueda recuperaron un traje de neoprene roto y aletas que pertenecían a él.

Días después los amigos y la familia de Craw celebraron una reunión conmemorativa en su honor.

“Si bien es posible que nunca lo sepamos con certeza, según la evidencia que tenemos, creemos que lo más probable es que Duncan haya sufrido un episodio médico mucho antes de la llegada del tiburón”, dijo la familia en un comunicado.

“Nos reconforta saber que habría fallecido en paz en el agua”, expresaron.

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